𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚́𝐧 𝐲 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚𝐧𝐚 [𝑳𝒆𝒗𝒊 𝑨𝒄𝒌𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏]

Capítulo 77: "Acorazado y Colosal"

Llegué hasta donde me esperaba mi escuadrón y el de Hange, ahí también estaban Mikasa, Armin, el trío locura, Carl, Anton y Alice.

—¡Hange, chicos! —descendí a su lado. Tras contarles el plan de Erwin, Eren se transformó en titán.

Sobre la muralla, al lado de Erwin, el acorazado nos miró. Le dio una última mirada al Comandante y bajó de la muralla corriendo hacia el chico titán. Comenzaron a pelear de una forma horrible, desde lejos podía notar como Eren estaba más furioso que de costumbre, después de todo estábamos en el lugar donde lo perdió todo, en su antiguo hogar.

Eren logró romper parte de la armadura de Reiner a puñetazos hasta que el otro lo tomó de un pie y lo lanzó fuertemente al suelo incrustando su puño. Me estremecí al igual que Carl.

—¿Le-le dio a Eren? —murmuró y Mikasa negó de inmediato.

—Reiner jamás le ganará a Eren. —contestó al mismo tiempo que el acorazado se movía y nos dejaba ver al otro chico titán que estaba intacto.

—¡Bien! ¡Ahora hay que atacar señorita Hange!

—Aún no Mikasa, hay que confiar en que Eren nos dará una buena oportunidad para usar las lanzas relámpago. —contestó la mujer de lentes.

Miré al suelo, ambos titanes peleaban con artes marciales haciéndose llaves el uno al otro mientras forcejeaban hasta que Eren lo lanzó con todas sus fuerzas unos metros más allá.

—¡Muévanse! —grité al recibir un asentimiento de Hange, activamos nuestras cuerdas y con las lanzas relámpago bien afirmadas nos acercamos a toda velocidad al acorazado.

—¡Ahora! —gritó Hange y ella y Mikasa se adelantaron incrustando sus lanzas en los ojos del acorazado haciéndolos detonar.

Abrí los ojos con sorpresa al igual que Anton y Alice.

—S-Si funcionó. —murmuraron.

—¡Es nuestro turno! —ordené, ambos chicos, Carl, yo y los demás activamos nuestros equipos para lanzar las lanzas hacia la nuca de Reiner.

Tiramos de ellas y se provocó la explosión volándole la nuca, aterrizamos sobre las casas.

—¡Las lanzas en verdad funcionan! —gritó Sasha.

—¡Otra vez! ¡Disparen otra vez para acabar con él! —ordenó Hange, vi como los ojos de los chicos se llenaban de dudas.

—Rei...ner...

—¡Chicos! ¡Estábamos preparados para esto! —gritó Jean y Carl puso la mano en su hombro.

—Vamos, ¡tenemos que hacerlo!

Bajaron un poco la mirada pero luego levantaron la cabeza decididos. Gritaron con todas su fuerzas y nos lanzamos de nuevo hacia el acorazado incrustando nuestras lanzas. Provocando ahora sí que estallara completamente, mostrándonos a un Reiner con la cabeza destruida.

—¿Lo... logramos...?

—¡Lo logramos! —celebró Alice dando un saltito mientras abrazaba a Anton. —¡Le volamos la cabeza!

Me llevé una mano al pecho y Carl apretó un poco mi hombro con una sonrisa. Sin embargo, Hange, Armin y Mikasa tenían miradas sombrías. Y peor aún, Sasha y Connie estaban llorando.

—¿¡Por que lloran, par de idiotas!? —les gritó Jean tomándolos del cuello de las chaquetas. —¡Levántense! ¡Esto aún no acaba! ¡No lloren!

—¡Aún no acabamos, chicos! —grité acomodándome la capucha y Hange asintió.

—¡Prepárense para lo que se avecina! —iba a seguirla cuando un gesto de Mikasa llamó mi atención.