Capítulo 64: "Amanecer"

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Historia se puso de pie y estiró su mano hacia mí, de inmediato la tomé y la apreté con suavidad. Los murmullos llenaban el salón, sin embargo, Darius Zackly pidió silencio como todo un juez. Él era de los pocos que nos miraba orgulloso y alzó la voz.

—Hoy es un día memorable para el pueblo de Giza y para el nuestro al ver a estas dos mujeres, Reina y Capitana, hacer una alianza de paz después de 80 años. Procedan a firmar el tratado, por favor.

Ambas nos acercamos al mesón con el papel, Historia tomó la pluma con tinta y firmó, me la tendió y yo también lo hice. Nos giramos hacia el público y a pesar de las miradas de desconfianza uno a uno se pusieron de pie y comenzaron a aplaudir. Historia me miró.

—Gracias por desafiarnos, Saya. Es divertido poder hacerlo de vez en cuando a pesar de ser la Reina. —murmuró y le sonreí.

Me imagino que para algunos fue indignante ver a su Reina arrodillada frente a mi, pero ese pequeño, gran, gesto me hizo depositar toda mi confianza en ella. "Ella es igual a ti" había dicho Erwin, vaya que tenía razón. Al menos ese acto de rebeldía me hizo feliz.

—Les deseamos toda la suerte a estas dos mujeres que alían, y un mensaje especial para el Cuerpo de Exploración, todas nuestras esperanzas están con ustedes para la recuperación de Shiganshina. —vociferó Zackly. —Ahora, su majestad la Reina se retirará al comedor real en compañía de la Capitana de Giza, los Comandantes de las tropas y los miembros de la Legión de Reconocimiento. Adelante.

Ambas salimos del salón lleno de Policías, Historia me guió por el pasillo hasta llegar a unas puertas de cristal que daban paso a un gran comedor, una mesa de madera fina y sillas acolchadas. 

—Aquí podrás estar más tranquila, Saya. Los Comandantes son bastante más tolerantes que el resto de los policías. —dijo Historia y asentí.

—SAAAAAYAAAAAAAAA —estoy segura que ese grito lo escucharon hasta en la Muralla María. Hange llegó corriendo y saltó hacia mí envolviéndome en un abrazo. —Mujer, eso que hiciste allá en el salón no estaba en nuestros planes, chica mala. Y mucho menos que tu te arrodillaras Historia. 

La mirada de Hange estaba llena de orgullo, al igual que la de Erwin que venía entrando al salón junto a Levi, Moblit, Pixies y Zackly. Historia solo se encogió de hombros.

—¿Si ella lo hizo por qué no podría hacerlo yo también?

—Bueno, señorita Reina, le informo que hizo enojar a Shadis y a Nile, pero no es como si a alguien le importaran ellos dos. —respondió el juez en tono burlón. Y estiró su mano hacia mí. —Un placer conocerla Saya.

—Igualmente señor Zackly.

—Hoy a las dos se le zafaron los tornillos. —murmuró Levi mirándonos con reproche.

—Bueno, bueno pero están perdonadas. Historia porque no la puedes desafiar y Saya... —Hange me miró con una sonrisa radiante. —porque hoy es su cumpleaños ¡felices veinte amiga mía!

Ouh no esperaba que ella se acordara. Un leve sonrojo subió a mis mejillas y la miré con una sonrisa tímida. Aunque la cara de los demás era todo un poema.

—¿¡Por qué no nos dijiste que hoy era su cumpleaños!? —preguntaron Erwin, Levi y Historia en tono molesto.

—Ay, todos los que estamos aquí leímos su expediente chicos, hoy tres de noviembre es el cumple de Sayita. —contestó Hange estirando mis mejillas. —Son ustedes los despistados.

—La comida ya está aquí sentémonos. —habló Historia tomando asiento a la cabecera de la mesa y me miró. —Te debo el regalo Saya.

Sonreí y me senté a su lado izquierdo, a mi lado Levi y luego Erwin. Al frente nuestro Zackly, Pixies, Hange y Moblit.

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚́𝐧 𝐲 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚𝐧𝐚 [𝑳𝒆𝒗𝒊 𝑨𝒄𝒌𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora