𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚́𝐧 𝐲 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚𝐧𝐚 [𝑳𝒆𝒗𝒊 𝑨𝒄𝒌𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏]

Capítulo 61: "Saya Ackerman"

—¡Alice Müller! —avancé desconcertada hacia ella, Levi la había esquivado pero estaba segura que no le aguantaría otra tontería. —¡Detente!

Tomé su muñeca con brusquedad tironeándola para que se alejara de Levi, lo logré y la empujé hacia Carl quien la afirmó fuertemente de los hombros.

—¿¡Qué mierda les pasa!? ¿¡Son animales ahora!? —grité viendo sus rostros llenos de furia.

—La alianza lo entendemos Capitana, los cambios de uniforme los entendemos, un cambio de nombre lo entendemos, pero ¿¡qué te apellides Ackerman!? —protestó Zack. —Es demasiado.

—¿Qué carajos? ¿Creen que soy propiedad de ustedes o qué? —gruñí. —Yo puedo usar el nombre que se me de la gana, el apellido que elija no cambiara lo que soy.

—¿Pero por qué tiene que ser Ackerman? —murmuró Alice removiéndose entre los brazos de Carl.

—Con esa puta pregunta primero nos habríamos evitado toda esta estupidez. —contesté molesta. 

—El clan Ackerman es el más fuerte del Reino y eso todas las tropas lo saben, —explicó Erwin. —y como ustedes ya han visto, las capacidades de Yuno son mayores a lo normal así que como la haremos pasar por soldado común y corriente de la Legión debemos elegir un apellido que no levante demasiadas sospechas. Por eso escogimos el apellido Ackerman. Así aunque los Policías Militares vean que hay una chica nueva con habilidades más fuertes no se preocuparan de investigarla ya que su mismo nombre explicará el porqué. Y no lo malinterpreten ella es la señorita Mikasa Ackerman, —apuntó a la chica oriental. —Levi no es el único.

Los chicos bajaron la mirada un poco avergonzados y otros simplemente mantuvieron el semblante de molestia. 

—¿Lo entienden ahora? —pregunté irritada, tras el silencio suspiré. Miré a Erwin y el asintió.

—Lo otro que debíamos informarles es que nos mudaremos a un castillo a unos cuántos kilómetros de aquí. Y ahí viviremos cómodamente todos, ustedes el Ejército Rojo y los nuevos reclutas que llegarán tras la firma entre Yu- Saya y Historia.

—Ahora yo iré a la Muralla Sina y volveré mañana por la tarde. En cuanto llegue partiremos al castillo, ¿de acuerdo? —los miré a cada uno. —Tengan preparadas sus cosas. Eso es todo. ¿Hay alguna pregunta?

—¿Cuándo comenzaremos a usar los nuevos uniformes?

—Mañana los traeremos desde Sina, antes de irnos al castillo se los pondrán para que no haya ninguna evidencia allá.

—Y... ¿desde ahora mismo debemos empezar a llamarte Saya? ¿No más Capitana, ni Jefa?

—Exactamente, —suspiré. —si queremos protegernos debemos acostumbrarnos. 

Ellos asintieron levemente.

—Bien, yo partiré en unos minutos chicos. Si tienen cualquier duda sobre lo que hablamos pregúntenle a Carl. 

Los chicos hicieron su saludo militar y salieron de la casa uno por uno, Alice fue la última y me dio una mirada rápida.

—Buen viaje Saya. —le sonreí a medias y ella salió. Me desplomé en una de las sillas y todos suspiraron pesadamente.

—Creí que no acabaría nuncaaaaa. —se quejó Sasha.

—Ellos en serio, en serio, me dan miedo. —murmuró Connie fingiendo un escalofrío.

—Son demasiado protectores —Armin hizo un puchero.

—Al próximo le sacaré lo dientes, mocosa, estás advertida. —me amenazó Levi y sonreí.