𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚́𝐧 𝐲 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚𝐧𝐚 [𝑳𝒆𝒗𝒊 𝑨𝒄𝒌𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏]

Capítulo 32: "¿¡HICISTE QUÉ!?"

—No escapes, cobarde. —dijo Levi, había logrado que quedáramos a centímetros.

Un leve sonrojo se extendió por mis mejillas pero no pude evitar soltar una risita ante la última frase.

—No estoy escapando. —murmuré sin despegar mis ojos de los suyos. 

Hay tanta atracción entre nosotros, estamos tan cerca y creo que lo quiero bes... Mierda, ¿en qué estoy pensando?

Me alejé rápidamente, para aumentar la distancia entre nosotros quedando como estábamos antes. Sentados frente a frente, solté el agarre de nuestros dedos.

—Ten mas cuidado, acuérdate que tengo el brazo herido. —me quejé intentando borrar el sonrojo.

—Lo siento. —respondió divertido.

—¡Deja de disculparte!

—¿Por qué te molestas? —preguntó alzando una ceja, claramente le entretenía la situación.

—Porque es raro, tú no eres así. Me asusta que estés siendo tan... "amable". —contesté apuntándolo con el dedo.

—Eres una exagerada. 

Sonreí y volví a taparme con la manta que había caído.

—¿Te duele el brazo? —preguntó Levi.

—No, la pastilla que me dio Hange hizo su efecto, pero me preocupa eso de tener que tener el brazo en reposo. 

—Será solo por unos días, además lo más probable es que la tercera expedición va a ser en bastantes días más. —murmuró Levi. —Estamos descubriendo cosas a un ritmo alucinante. 

—Eso solo será cierto si nuestras teorías son acertadas. —contesté. —En fin, esperemos que mañana podamos descubrir más cosas.

Él asintió, una calidez nos envolvía eso estaba claro. Estuvimos charlando por cerca de una hora, hasta que ambos empezamos a bostezar.

—Yuno, dormiste toda la tarde ¿cómo tienes sueño? —preguntó frunciendo el ceño, y yo me encogí de hombros.

—Sigo culpando a la pérdida de sangre. 

—Mmh, es tarde, vámonos a la cama. —dijo mientras se ponía de pie, alcé una ceja divertida.

—¿A tu cama?

—No idiota, cada uno a su cama. —respondió mirándome mal. 

Moví la cabeza divertida y me puse de pie, pero resbalé al pisar la manta que lo envolvía a él cayendo hacia delante, Levi tuvo que retroceder chocando con la pared del cuartel. Apoyé las manos en su pecho para no caer y él se quedó quieto con la manos inmóviles en sus costados.

Si hay un dios o diosa, está siendo muy hijo de puta con nosotros. 

Levi se mantuvo en silencio mirándome fijamente sin alejarse, podía sentir su respiración entrecortada sobre mis labios y mi corazón parecía haberse movido a mi oído. Estaba tan nerviosa, y su intensa mirada no ayudaba de mucho. Pero parecía que una fuerza parecida a los imanes nos impidiera alejarnos. Inconscientemente baje mi vista a sus labios y él hizo los mismo.

Carajo, estoy segura que después me arrepentiré de esto.

Levanté de nuevo la vista encontrándome con esa mirada gris inexpresiva que mostraba un leve tinte de nerviosismo. Es ahora o nunca. Me acerqué más hasta que nuestras narices se rozaron, moví levemente mi rostro para tener más acceso a sus labios, le di otra mirada y entrecerré los ojos. Cuando mis labios estuvieron a punto de llegar a su destino final... algo me detuvo.