𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚́𝐧 𝐲 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚𝐧𝐚 [𝑳𝒆𝒗𝒊 𝑨𝒄𝒌𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏]

Capítulo 76: "Shiganshina y Lealtad"

Si ellos recuperaran el distrito de Shiganshina...

Salieron al anochecer, cabalgaron por horas y ahora, estando cerca del amanecer comenzaron a caminar entre los árboles. Adelante eran dirigidos por los altos mandos de la Legión, detrás de ellos iban Saya, Carl y Karol. En medio del silencio y la oscuridad la Capitana se giró hacia la rubia.

—¿Recuerdas que querías decirme algo, Karol?

—Es cierto, —murmuró la chica. —solo te quería decir que vamos a recuperar Shiganshina y vamos a volver todos. Ten por seguro eso... pero si por algún motivo yo no volviera... quiero que leas la carta que dejé guardada en el cajón de mi mesita de noche. —Saya la miró alarmada. —¡Capitana, yo voy a regresar con vida! ¡No dudes de eso, carajo! Es solo, por si acaso.

La pelinegra suavizó su mirada y asintió, sabía que a Karol le debió costar horrores pedirle eso teniendo una personalidad tan jodidamente gélida.

—Me la leerás cuando regresemos ambas.

—Si yo regreso, no es necesario que sepas lo que dice.

—¿Eh? No me vas a dejar con la curiosidad Karol. —contestó Saya dándole un leve codazo.

(Narra Saya)

Después de otras largas horas caminando, cuando llegó el amanecer subimos a nuestros caballos, mis manos temblaban un poco. Habíamos llegado al distrito de Shiganshina. Erwin nos guiaba a la cabeza del grupo. Le di una mirada rápida a mi Ejército, a mis niños.
A Carl y a Levi. El último asintió levemente en mi dirección, estábamos preparados para cualquier cosa que pasara. O eso creímos.

—¡Vigilen por si hay titanes escondidos! —gritó Erwin. —¡Comienza la operación! ¡Pasen al equipo de maniobras.

Todos obedecimos saltando de nuestros caballos hacia la gran muralla, completamente tapados con nuestras capas para poder confundir al enemigo.
Las palabras del Comandante llegaron a mi mente: Hay que tapar dos puertas, la interna y la externa. Aislaremos el Distrito de Shiganshina y exterminaremos a los titanes de dentro. Si descubren lo que tramamos atacarán a Eren. Por eso tenemos a cien soldados encapuchados. Cuando sepan quien es Eren la puerta exterior estará cerrada. Ese es el plan.

Aterricé con cuidado sobre la muralla, justo al lado de Erwin, en esta parte del plan mi misión era quedarme junto a él, mi escuadrón estaría atento al enemigo, mientras que el de Levi y el de Hange acompañarían a Eren a cerrar la abertura de la puerta.

Observé atentamente como ellos se movían hábilmente hasta el otro extremo de la muralla cuando Armin, a unos metros de nosotros alzó su espada en alerta: Reiner y Bertholdt estaban cerca. Apreté los dientes. Sin embargo la bengala verde de más adelante me calmó un poco, la puerta externa estaba sellada.

—Lo lograron fácilmente. Es extraño que no nos ataquen y no vimos ni un solo titán. —murmuró uno de los soldados entre Erwin y yo. —¿No estaban preparados para este asalto?

—Eso espero. —contestó el Comandante.

—Pero según lo que encontró Armin... —murmuré, justo cuando el rubio pequeño subió con su equipo hacia nosotros con cierta expresión de terror en su rostro.

—Descubrí más indicios de un campamento. La tetera estaba fría y había luces en el piso. Bebieron algo parecido a té negro. Encontré tres tazas... Como mínimo había tres personas sobre la muralla.

Erwin y yo palidecimos, el soldado entre nosotros gritó un poco desconcertado.

—¿La tetera metálica estaba fría? —le preguntó Erwin, fruncí el ceño ante tan extraña e innecesaria pregunta. Armin asintió. —Que raro... Llegamos lo más rápido posible con los caballos y los equipos de maniobras. Si nos vieron acercarnos o nos oyeron, debió haber sido hace dos minutos como mucho, y una tetera no se enfría en dos minutos. Descubrieron que veníamos hace mucho más... por lo que tuvieron tiempo para prepararse.