𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚́𝐧 𝐲 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚𝐧𝐚 [𝑳𝒆𝒗𝒊 𝑨𝒄𝒌𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏]

Capítulo 79: "La verdad del mundo"

(Narra Saya)

Como Armin salió inconsciente de su forma titánica decidimos esperar a que despertara antes de aventurarnos al jodido sótano. Dejamos al herido Carl recostado junto al rubio y Sasha. Mientras tanto Alice, Floch y yo buscábamos sobrevivientes.

De pronto una bengala verde nos hizo alzar la vista hacia el cielo. Armin había despertado y estaba bien. Nos miramos con la castaña a mi lado y subimos a la Muralla donde estaban los heridos. 

—¿Lo entiendes ahora, Armin? —le preguntó Levi. El chico tenía los ojos muy abiertos, perplejo.

—Ahm. ¿Nosotros ocho de la Legión, Jean, Sasha, Connie, Eren, Mikasa, el Capitán Levi, la señorita Hange y yo, junto a otros cuatro Gizinos... la Capitana Saya, Carl, Floch y Alice somos los únicos sobrevivientes? 

—Eso creemos. —murmuró Jean. —Estuvimos cuatro horas buscando sobrevivientes... pero solo sobrevivimos nosotros doce de más de doscientos soldados.

—Ent-Entonces sellamos la Muralla de Shiganshina... Reiner, el titán bestia y otros más huyeron. Capturamos a Bertholdt, discutieron sobre si usar la jeringuilla en mi o en el Comandante Erwin... Yo me convertí en titán y devoré a Bertholdt. —Armin se llevó las manos a la cara con horror. —¡¿Po-Por qué yo?! Todo el mundo sabe que era mejor revivir al Comandante.

Corrí la mirada y me arrodillé junto a Carl para acariciar su cabello. 

No quería oír nada más, quería borrar todo el día de hoy. Quería traer de vuelta a mis soldados y a mi Comandante Erwin. 

El pelirrojo me sonrió levemente, una capa de sudor lo cubría y tenía su pierna rota. Hange le había colocado un torniquete para que en Sina se la enyesaran. Y en cuanto a mi brazo izquierdo, Alice lo había envuelto en vendas que la científica le tendió. De nuevo estaban empapadas con sangre debido a lo grande de mi corte. Pero así estábamos, sobreviviendo.

Después de un largo rato conversando entre ellos Hange se puso de pie y nos miró.

—Levi, Eren, Mikasa, Saya y yo iremos a investigar. Los otros vigilarán en todas direcciones desde la muralla. —todos asintieron, me puse de pie lentamente y caminé hasta ellos. —¿Eren, aún tienes la llave?

—Si...

—Bien. Vamos a ese sótano.

Nosotros cinco saltamos de la muralla con nuestros equipos de maniobras y descendimos al suelo siguiendo a Eren y Mikasa. Sentí en más de una ocasión la mirada de Levi sobre mi brazo herido o mi rostro pero fui incapaz de mirarlo y él no dijo nada. Caminamos largas calles, habían juguetes tirados y cortinas meneadas por el viento, era un ambiente bastante nostálgico y eso se reflejaba en los chicos que caminaban delante de nosotros. 

Mientras tanto mi cabeza funcionaba a mil por hora, intentando entender lo que pasaba. Después de darme cuenta que de Giza solo Carl, Floch, Alice y yo habíamos sobrevivido grité, grité tanto que perdí la voz durante unos segundos donde Alice me aferraba fuerte a su pecho ya que el pelirrojo no podía mover su pierna. Acababa de perder no solo a mi Comandante, sino que también a mi Ejército... a Karol. Tras un rato intentando regular mi respiración fue cuando vimos la bengala de Levi. Ahora ya no sentía nada, ni dolor, ni furia, nada. Estaba en un estado donde mis emociones parecían apagadas después de haber salido explosivamente. En estos momentos solo pienso que haré al llegar a la Muralla María y como mierda le voy a explicar a mi Canciller y a los ciudadanos Gizinos que casi todos murieron.

Al doblar en una esquina los niños se detuvieron.

—¿Es esa? —preguntó Hange, Eren asintió y avanzó unos pasos mirando el suelo y los escombros.