Los miembros de la Legión y los Gizinos trabajaron arduamente desde las tres de la tarde hasta las seis de la mañana.
A la salida del sol la mayoría de los ciudadanos revolucionarios estaban durmiendo en sus nuevas casas. Y la Legión de Reconocimiento junto a Fertman, Yuno, Carl y Amelié estaban tirados en el suelo o en las bancas de la ciudad, completamente cansados por haber trabajado toda la noche.
—Ya no puedo cargar más rocas. —murmuraba Jean medio dormido.
—Cállate. —recibió un débil manotazo de Eren, que intentaba seguir durmiendo sobre las piernas de Mikasa, que estaba apoyada en una pared.
Al frente de ellos estaban el Canciller y la Capitana sentados en el suelo con las piernas estiradas, apoyados en una casa a medio derrumbar, recibiendo el sol naciente en sus caras.
Sobre el muslo de Yuno estaba Amelié durmiendo, y mas abajo, en la rodilla, estaba Carl babeando, en las misma condiciones que su hermana.
—Jefe. —murmuró la pelinegra medio dormida y medio despierta. Recibiendo un "mmh?" del Canciller que permanecía con los ojos cerrados. —¿Nuestra gente estará bien aquí?
Preguntó Yuno con suavidad, frente a él le daba igual parecer una niña asustada ya que él la conocía desde que tenía diez años y en los últimos dos se habían vuelto más cercanos.
Escuchó un leve suspiro por parte del hombre.
—No lo sé, pequeña —se sinceró el hombre, en tono flojo. —Pero confío en los hombres y mujeres que eligieron la Legión de nuestra Comandante Giza, además...además, esta noche han demostrado bastante dedicación ¿no crees?
La chica sonrió mirando a su alrededor, estaban todos agotados tirados por la ciudad a medio dormir.
—Dejaremos a Zara y a Derek al mando, mientras estemos en el cuartel de la Legión. —siguió murmurando el hombre de cabellos claros recogidos en un moño, que se había hecho para trabajar.
-Mierda, verdad que nos tenemos que ir- recordó Yuno con pesimismo.
—¿Llevarás a tus mascotas babosas? —preguntó Fertman, recibiendo un codazo por parte de la Capitana.
—No son mis mascotas Canciller, y si, Carl y Amelié irán conmigo. Cuando les conté del plan fue lo primero que me hicieron prometerles.
El hombre asintió con una media sonrisa pues antes de preguntar ya sabía la respuesta, conocía bien la relación que tenían esos tres, eran como hermanos y el se sentía como su padre.
A lo largo de los años el Canciller le había tomado mucho cariño a los infantiles Tenientes y a la descuidada Capitana.
Pensaba en eso cuando un -no tan peinado- Erwin se acercó a ellos poniéndose en cuclillas.
—Canciller, Capitana partiremos en una hora más, para que se puedan despedir tranquilamente.
Ambos asintieron, Droi se puso de pie y Yuno despertó suavemente a los Tenientes que dormían en sus piernas. Quienes abrieron los ojos después del tercer tirón de cabello que les dio la Capitana.
—Ya jefa, ya entendimos —murmuraron los pelirrojos levantándose adormilados en busca de sus amigos para despedirse antes de partir.
Por mientras Fertman y Yuno se dirigieron donde Zara y Derek a darle las últimas órdenes, pues los dejarían a ellos a cargo de los ciudadanos de Giza.
Los Jefes de la ciudadela memorizaron todo e hicieron el saludo militar prometiendo proteger con su inteligencia tomando buenas decisiones, y con su corazón buscando el bienestar de todos sus ciudadanos. El Canciller y Yuno asintieron encaminándose a la Legión que ya estaba sobre los caballos y las carretas listos para irse.
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𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚́𝐧 𝐲 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚𝐧𝐚 [𝑳𝒆𝒗𝒊 𝑨𝒄𝒌𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏]
FanfictionHace 80 años la antigua Legión de Reconocimiento dio un golpe de Estado. Aquel día se perdieron muchas vidas, por lo que la Comandante Giza Fertman proclamó que la Legión dejaría el Reino y se irían al "Círculo" una pequeña ciudadela que llevaban añ...