Capítulo 19: "Todos borrachos, parte II"

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SEGUNDA RONDA

(Narra Yuno)

Ya todos estábamos alrededor de la fogata con nuestros vasos servidos.

—Tenías razón, Yuno. —habló Mikasa apuntando a Eren, quien le estaba poniendo flores en el cabello. —Quizás debería darle de esto más seguido.

—Te dije que se iba a poner cariñoso. —reí mientras le daba otro sorbo a mi vaso. Ese pequeño chico-titan ya estaba borrachín. Sin duda el ron de Giza es uno de los más fuertes.

Miré al frente, para mi sorpresa Jean y Armin estaban aún peor, prácticamente estaban a punto de besarse como si el resto de el mundo no existiera. Aunque el pequeño rubio aún conservaba la compostura.

Recordé lo que le había dicho en la tarde a Armin:

"No pasará nada que tú no quieras" 

Y al parecer si va a pasar "eso" entre Jean y él, además se nota que está completamente de acuerdo. Estos niños son tan tiernos.

En eso mi mente trajo el recuerdo de como Levi me había separado de Armin cuando le susurré, casi en un gesto... ¿celoso? Nah, es imposible. 

Levanté la vista encontrándome con sus ojos que me estaban observando.
La pregunta es...¿yo lo encontré mirándome o él me encontró mirándolo?

Uf, esta cosa se me está empezando a subir.

—¡ERWIN! ¡YO DIGO QUE TENGAMOS DOS HIJOS! —gritó Hange haciendo que todos la miraramos en shock y el Comandante escupió todo lo que había bebido.

—¡UNO SE LLAMARÁ BARNEY Y EL OTRO POOH! ¿QUÉ TE PARECE? —Hange movía los brazos cada vez más eufórica, destilaba felicidad por cada poro, a esas alturas Erwin ya estaba más rojo que un tomate.

—Hange, porfavor. Estamos al frente de los cadetes. —pidió Erwin llevándose las manos al rostro.

Nosotros apenas podíamos contener la risa.

Nooo, pero ellos dicen que solo son compañeros de trabajo. Sí, claro.

—No te asustes, cabeza hueca. —habló Levi mirándolos con desdén. —Hange está hablando de hijos titanes, no de bebés.

—Ohh, pero eso es obvio. —respondió la mujer de lentes mirando a Erwin, quien soltó un suspiro de alivio. Pareciera que al pobre le hubieran sacado cincuenta kilos de encima. —Espera, Erwin ¿quieres que tengamos bebés?

—¡Hange por favor! —el Comandante estaba suplicando porque la morena se callara de una vez, pero aparentemente no lo haría en un buen rato.

—Alguien no quiere ser papi. —murmuró Amelié con una risita. Asentí.

—Lo entiendo completamente. ¿Quién quiere a un enano gritón dando vueltas mientras lloriquea? 

—Mmh, a mi sí me gustaría tener hijos. —me respondió la pelirroja. La miré incrédula.

—¿En serio, Amelié? 

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚́𝐧 𝐲 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚𝐧𝐚 [𝑳𝒆𝒗𝒊 𝑨𝒄𝒌𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora