𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚́𝐧 𝐲 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚𝐧𝐚 [𝑳𝒆𝒗𝒊 𝑨𝒄𝒌𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏]

Capítulo 63: "Reina de las Murallas"

(Narra Saya)

Abrí los ojos con lentitud, el sol que entraba por la ventana iluminaba toda la habitación. Instantáneamente llegaron a mi mente los recuerdos de la noche anterior, nació en mi un sonrojo y un cosquilleo inundó todo mi cuerpo. Sin embargo, a mi lado la cama estaba vacía. 

Una suave molestia se alojó en mi pecho al encontrarme sola en esa cama. Me enderecé y miré a mi alrededor. En el reloj que colgaba de la pared marcaban las 7:15.

Shit, a las 8:00 es la reunión con la Reina.

Me puse de pie y saqué de mi bolso una toalla, me la envolví en el cuerpo para ir a tomar una ducha al baño. Abrí con cuidado la puerta y miré para ambos lados del pasillo, asegurándome que nadie me viera, y entré al baño. Miré mi reflejo en el espejo. Mi cabello está hecho un caos.

Instantáneamente recuerdo el espectáculo que tendré que hacer hoy, tener que arrodillarme ante Historia. Mierda. No quiero.

Seguí mirando mi cuerpo en el espejo, sorpresivamente no hay ni rastros de lo que pasó anoche, no hay rastros de él en mí.

¿Por qué me lastima tanto haber despertado sola en esa cama?

Rodé los ojos y me metí a la ducha, lavé mi cabello, mi cuerpo y me relajé bajo esa tibia agua que me hacía sentir un poco más de calma. Una vez lista me envolví en la toalla y abrí un poco la puerta del baño para asegurarme, otra vez, que no hubiese nadie en el pasillo. Sería realmente traumante que por alguna estupidez se me cayera la toalla frente a Erwin. Esa sola posibilidad me dejó perpleja. 

Con rapidez salí del baño y entré al cuarto cerrando la puerta con cuidado. Una vez dentro y sacándome de la cabeza la extraña posibilidad de que Erwin me viera desnuda suspiré.

—¿De quién te estás escondiendo?

—¡DE ERWIN! ¿Espera qué- ¿¡Qué mierda haces aquí Levi!?

El idiota me había dado el susto de mi vida al estar sentado en la silla del escritorio mirándome fijamente, con un traje negro. Su cara era de fastidio cuando se paró y se cruzó de brazos.

—¿Me explicas por qué mierda te estás escondiendo de Erwin, Saya?

Oh. Lo malinterpretó. Oh, oh.

—¿Y tú me explicas dónde estabas cuando desperté, Levi? —me crucé de brazos sobre la toalla.

—¿Por qué te estás escondiendo de Erwin? 

—¿Dónde estabas?

—¿Por qué te estás escondiendo de Erwin? —repitió ahora muy molesto.

—¿Dónde estabas? —alcé las cejas.

—Mierda, Saya. Fui a pedir agua caliente y un par de tazas para el té. —respondió fastidiado mirando las tazas en el escritorio. Mi boca formó una perfecta O.

Había ido a buscar té... para nosotros. Podría morir de ternura si no fuera porque parecía que me quería matar con la mirada.

—Ah bueno es que, resulta que... —dejé una mano afirmándome la toalla y la otra la pasé por mi cuello en un gesto nervioso. —Estaba tan concentrada en cuidarme de que nadie me viera salir de la ducha, que me imaginé que sería realmente traumante que se me cayera la toalla en el pasillo y justo Erwin saliera de su habitación y me viera desnuda.

Diciéndolo en voz alta sonaba aún peor. Y la cara de Levi me lo confirmó.

—¿Entonces te estabas imaginando como sería si Erwin te viera desnuda? ¿Quieres que te vea desnuda?