Erwin se puso de pie y caminó hacia los reclutas.
—Les escribiré nuestra última estrategia ¡En fila! —alzó la voz, los soldados obedecieron un tanto confundidos. Erwin comenzó a explicar el plan final que los llevaría a todos a sus muertes. Cuando acabo una de las chicas comenzó a vomitar mientras los demás soldados tenían una cara llena de horror. —Prepárense de inmediato
—¿Vamos a morir? —preguntó Floch y el Comandante asintió. —Si vamos a morir de todas formas, ¿nos piden que lo hagamos peleando? —Erwin murmuró un sí, Floch esbozó una sonrisa de terror . —Si vamos a morir, no importa cómo... Aunque le desobedezcamos dará igual.
—Efectivamente. —dijo Erwin. —Todos moriremos, ¿entonces, la vida no tiene sentido? ¿Nacer no tuvo sentido? ¿Nuestros compañeros caídos, tampoco? —los soldados lo miraron temblando, la cara de Erwin cambió a una expresión de fuerza implacable. —¡No es así! Nosotros somos los que les damos el sentido! ¡Sólo los vivos podemos pensar en los que murieron! ¡¡MORIREMOS AQUÍ Y LE ENTREGAREMOS NUESTRO SENTIDO A LOS VIVOS!! ¡Es la única forma de resistirse en este cruel mundo!
Los soldados se miraron entre ellos, no querían morir, pero sabían que ya no había vuelta atrás, que estaban en el mismísimo infierno. Desarmaron las filas, unos cayeron de rodillas y otros simplemente aceparon su destino con paciencia.
Los soldados Gizinos miraron a Karol, ella era la tercera al mando del Ejército Rojo después de Saya y Carl. Pero la rubia, de alma y mente de hielo sabía que esa era el único plan posible, no había escapatoria, además de que Saya les había ordenado seguir a Erwin.
El destino fatal había llegado.—Con que así será mi muerte... —murmuró Karol llevándose una mano al rostro. —Al menos me gustaría verte una vez más Kim. Y decirte que te amo...
Levi corrió la mirada ante las palabras de la chica, pero antes de darse cuenta Karol avanzó dando grandes zancadas hasta él y lo tomó del cuello de la chaqueta. En otro momento el Capitán la habría dejado en el suelo de una patada, pero sabía que cualquier palabra de Karol en estos momentos serían, literalmente, sus últimas palabras. Así que solo la miró en silencio.
—Levi Ackerman, quiero que tú, el hombre que mi Capitana eligió, me digas que mi jodida muerte tendrá algún sentido. —gruñó. —Dime que si yo muero los hermanos de Kimihiro podrán crecer en libertad. —la voz de la chica transmitía desesperación. El azabache asintió levemente. —¿Ah, sí? —Karol lo soltó y una lágrima se deslizó por su mejilla.
—No te lo puedo prometer, rubia. Pero tu Capitana y yo haremos todo por conseguirlo.
Karol dejó salir todo el aire de sus pulmones, su hielo ya no estaba.
—Mierda, no quiero morir... —se cubrió el rostro con ambas manos. —Quiero seguir siendo una soldado de Saya. Quiero seguir discutiendo con ella por cosas del Ejército... Quiero... recuperar mis días en Giza. —quitó sus manos, miró a Levi con calma mientras se llevaba una mano al pecho. —Cuídala, Ackerman... ella puede romperse. Siempre ha sido nuestro diamante, es igual de dura y frágil como un diamante. Dios, ni siquiera puedo imaginar su cara cuando se dé cuenta que todo su Ejército está muerto. —sonrió irónica mientras otra lágrima caía por su mejilla. —Esa jovencita va a necesitar una de mis cachetadas.
La rubia se giró hacia los Gizinos, subió a su caballo y volvió a mirarlos.
—¡Fight for Giza! —(¡Peleen por Giza!) Los ojos de los soldados se cristalizaron, secaron sus lágrimas y montaron sus caballos. Esa sería la última orden que recibirían de alguna compañera Gizina.
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𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚́𝐧 𝐲 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚𝐧𝐚 [𝑳𝒆𝒗𝒊 𝑨𝒄𝒌𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏]
FanfictionHace 80 años la antigua Legión de Reconocimiento dio un golpe de Estado. Aquel día se perdieron muchas vidas, por lo que la Comandante Giza Fertman proclamó que la Legión dejaría el Reino y se irían al "Círculo" una pequeña ciudadela que llevaban añ...