La Legión desayunó entre bostezos y quejidos del dolor de espalda por haber estado hasta las tres de la mañana tirados en la habitación de los mayores. Levi ignoró cada uno de los comentarios, ya se sentía completamente recuperado.
—Por lo visto tus resfriados son cortos pero intensos. —se burló Hange mirando al pelinegro.
—Capitán, no se ponga bajo la lluvia nunca más, por favor. —pidió Eren. Jean y Connie asintieron con cara de derrotados.
Levi se giró lentamente para amenazarlos cuando tocaron la puerta de la casa.
Se salvaron por esta vez, mocosos. -pensó.
Sasha se puso de pie y abrió dejando ver a dos pelirrojos cargados y un poco mojados, por culpa de la suave lluvia que caía afuera.
—Holi, holi. —saludaron alegremente Carl y Amelié, entrando con dos bolsas llenas cada uno. —Les traemos un surtido de cosas.
—¿"Surtido de cosas"? —preguntó Hange rodeando la mesa para acercarse a los chicos.
—Sip, como la tormenta sigue sobre nosotros lo mejor es que nadie salga de casa. —contestó Carl.
—Por eso les trajimos todo lo que necesitan para que hoy sea un buen día. —añadió Amelié con una sonrisa. —Traemos más comida, mantas, cartas, juegos de mesa y golosinas.
Los ojos de los chicos de la Legión parecieron brillar por un momento, y se lanzaron sobre los pelirrojos para sacar las cosas de las bolsas. Aparentemente el día sería bastante divertido aunque no pudieran salir por culpa de la tormenta.
Levi por alguna extraña razón se sentía jodidamente nostálgico, supuso que era culpa de la lluvia que caía afuera y la niebla que se veía a través de la ventana. Elevó la cabeza y miró largamente a Amelié, a pesar de que la chica no le caía bien no podía evitar ver a Isabel en sus ojos y su cabello, y aquella amabilidad que tenía con todo el mundo. De hecho, su misma fiebre le había jugado una mala pasada haciéndolo confundirse.
Y luego estaba Carl, era prácticamente un tornado con patas. Farlan nunca fue tan hiperactivo, pero también era gracioso, alegre y preocupado por los demás.
Levi lo supo en el momento en que los conoció. Cuando él y la Legión entraron por primera vez a la Ciudadela, tras el ataque de los titanes, la nostalgia lo había traicionado como ahora. Lo mismo ocurrió durante la primera expedición juntos, cuando Yuno se quedó sin gas y Carl y Amelié la ayudaron a balancearse de un lugar a otro. Durante esos momento se vio a sí mismo, y vio a sus hermanos, reflejados en ellos.
Y francamente no sabía si eso lo hacía sentir bien o mal. Aunque sin duda las historias personales de ellos eran muy distintas. Recordó una conversación que había tenido con Yuno hace un tiempo atrás. Fue el día en que todos se habían emborrachado y jugaban en el río mientras que él y Yuno estaban sentados en el pasto.
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𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚́𝐧 𝐲 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚𝐧𝐚 [𝑳𝒆𝒗𝒊 𝑨𝒄𝒌𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏]
FanfictionHace 80 años la antigua Legión de Reconocimiento dio un golpe de Estado. Aquel día se perdieron muchas vidas, por lo que la Comandante Giza Fertman proclamó que la Legión dejaría el Reino y se irían al "Círculo" una pequeña ciudadela que llevaban añ...