𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚́𝐧 𝐲 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐚𝐧𝐚 [𝑳𝒆𝒗𝒊 𝑨𝒄𝒌𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏]

Capítulo 62: +16 "Capitán y Capitana"

[Nota de la Autora: Este capítulo contiene escenas sexuales explícitas, si te incomodan o eres muy pequeñx te recomiendo no leerlas. La lectura de este capítulo queda a juicio de cada unx. A los demás, espero que disfruten este cap.]

La manos firmes de Levi sostenía las caderas de Saya, ella pasó los brazos por los hombros del Capitán y una de sus manos se hundió en el cabello de él provocando que aquella presión en la nuca enviara corrientes de calor a todo su cuerpo. Con este gesto el beso se profundizó más y los labios de la chica se entreabrieron dando paso a la lengua de Levi que con fuego se enroscaba en la suya, el tacto los hacía querer más y más del otro.

Levi levantó el borde la camiseta de Saya y hundió suavemente sus dedos en la piel de la chica provocando un escalofrío en ella por el hielo de sus dedos. En cosa de instante las manos de la chica se movieron hacia el pañuelo que siempre usaba Levi en el cuello, lo quitó con desesperación y cuando lo iba a tirar Levi se separó bruscamente.

—Ni se te ocurra tirarlo al suelo. 

Saya soltó una carcajada incrédula de que Levi se siguiera preocupando por la limpieza en un momento tan candente como ese, pero asintió y con un poco de impulso logró que cayera en la cama. El pelinegro asintió satisfecho y volvió a concentrase en la chica frente a él para besarla pero ella lo detuvo apoyando el dedo en sus labios. 

—¿Qué pasa?

—No puedo creer que me dejaras de besar solo para cuidar que tu pañuelo no cayera al suelo. —murmuró burlona y Levi rodó los ojos divertido.

—Uno nunca deja de ser quien es por muy caliente que esté. —respondió provocando otra risa en la chica.

—Eres un idiota. —Saya meneó la cabeza y volvió a fundirse en sus labios.

Las lenguas jugaban en un compás de necesidad mutua en busca de atrapar todo del otro, cada pequeña sensación. Saya continúo lo que estaba haciendo y comenzó a desabotonar la camisa de Levi, bajó botón por botón, lentamente, meneando su cadera haciendo que sus cuerpos chocaran proporcionándole gruñidos de placer a ambos. Cuando Saya terminó lo que estaba haciendo él se separó un poco, ella terminó de sacarle la camisa y la tiró sobre la cama. Instantáneamente el hizo que la camiseta de ella desapareciera dejándola en brasier.

Las miradas devoradoras de Saya y Levi recorrieron el cuerpo de otro. La chica puso una de sus manos en el pecho de azabache y comenzó a avanzar hasta hacer que este chocara con el escritorio. Una vez ahí pasó su lengua por el cuello del Capitán succionando suavemente, dejando saliva y mordiscos que lo hacían soltar gruñidos de placer mientras el movía sus manos hasta el trasero de ella y lo apretaba haciéndola gemir, los labios de Saya siguieron hasta encontrarse con el lóbulo de la oreja de Levi, lugar donde mordió suavemente. Tras esto él le tomó la barbilla e hizo que lo mirara, ambos semblantes transmitían lujuria y deseo. 

Levi sujetó los muslos de Saya y giró dejándola sentada sobre el escritorio, y él se posicionó entre las piernas de ella, ambos aún con sus pantalones. Estaban seguros que jamás habían odiado tanto un trozo de tela. Saya echó la cabeza hacia atrás dándole espacio a Levi quien inmediatamente pegó sus labios al cuello de la chica, primero por la barbilla luego en la piel sensible donde succionó con la precaución de no dejar ninguna marca, besó la clavícula de Saya y luego descendió por su pecho hasta llegar a sus senos. Subió sus manos que había estado reposando en las caderas de la chica y las movió hacia el broche del brasier, con lentitud lo quitó y lo lanzó a la cama. Se deleitó mirando con deseo el cuerpo de Saya.

Entonces sus miradas se toparon, ambos tenían los ojos ensombrecidos por la excitación. Levi bajó la vista y apoyó su mano derecha en la columna de la chica arqueando su cuerpo para así darle más atención a sus senos, con la mano izquierda comenzó a masajear el seno izquierdo y el derecho lo metió a su boca. Primero pasó la lengua con delicadeza por la aureola del seno y cuando estuvo completamente erecto succionó el pezón sacándole un gemido a Saya quien de inmediato cubrió su boca. Gesto que no hacía tan feliz a Levi que querías escucharla gemir, gruñir y gritar su nombre. La quería a ella, completa.