XXVII

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Veinticinco de diciembre marca el calendario de Sophia; el día de navidad llegaba en estos tiempos apocalípticos, pero por primera vez en tu vida sientes que el espírituo navideño no se siente. Los ánimos estaban cada vez más bajos, a veces ni siquiera interactuaban entre ustedes. La casa estaba en silencio la mayor parte del tiempo, si es que compartían algo de comida ni siquiera se miraban a los ojos y ya realmente los roces y conflictos eran más frecuentes. La desesperación, la desolación, el hambre y el frío estaban provocando todo esto. Solo ansiaban luego que llegara la primavera y con ella nuevos aires.

Es un nuevo día, acaba de amanecer y tú seguías durmiendo plácidamente. Finalmente una noche en que no tienes pesadilla con la horrible imagen que te encontraste hace algunos días en la tienda que fuiste con Daryl. .

Dixon estaba despierto, apegado a ti acariciando con delicadeza tu rostro. No quiere despertarte, pero por alguna razón quiere sentir con sus dedos tu piel suave. En eso tú te das vuelta, en ese momento es cuando él se fija que por detrás de tu oreja derecha luce una pequeña flecha tatuada apuntando una letra D. Ríe por lo bajo, no puede evitarlo. Eso te hace despertar y no de buena forma.

ㅡ ¿Qué haces? ㅡ das vuelta otra vez para quedar en frente suyo. Lo reprendes con la mirada y ocupas un tono duro para hablarle ㅡ. Primera noche que duermo bien y me despiertas así... ¿de qué te ríes?

ㅡ Ya es de mañana y has dormido bastante.

ㅡ Quería dormir más, ¿acaso eso es un pecado?

ㅡ Lo siento por no despertarte antes ㅡ se acerca más a ti y besa tu rostro. No te convence, sigues con una dura expresión en tu rostro ㅡ. Siguen poniéndote de mal humor cuando duermes demasiado.

ㅡ ¿Piensas que lo arreglarás así? ㅡ vuelve a reír y eso te hierve la sangre. Lo empujas para separarlo de ti, pero él se pone encima de tu cuerpo y te mira pícaramente ㅡ. No lo arreglarás así.

ㅡ ¿Segura? ㅡ va hasta tu cuello y empieza a depositar pequeños y suaves besos en toda su extensión, mientras introduce sus frías manos por debajo de la ropa superior, lo que hace que te estremezcas. Sonríes por lo bajo, pero rápidamente endureces la mirada al ver que él se aleja para apreciar tu expresión. Vuelve a reír.

Quita tu ropa de arriba dejándote totalmente libre. Con sus besos baja de tu cuello hasta tus pechos y dibuja círculo hasta llegar a uno de tus pezones, por lo que das un suave y entrecortado suspiro. Ahora su lengua traviesa empieza a hacer de las suyas, dibujando caminos irregulares por todo tu torso. Luego se atreve a trazar una línea imaginaria en la mitad de tu cuerpo, baja por ella hasta llegar a tu entrepierna. Introduce sus dedos por debajo de tus bragas, específicamente por el costado de estas y las quita lentamente. No importa el frío ahora, no importa nada. Parte con besos desde lo más bajo de tus piernas hasta volver a tu parte sensible. Con sus manos ayuda a separar tus piernas y finalmente te prueba como solo él lo sabe hacer.

Tu espalda se corva, tus manos buscan aferrarse a las sábanas y sueltas un leve gemido. Podías sentir tus piernas temblar con cada lamida que él te da en tu botón. Tus manos se pierden en sus cabellos que cada día crecen más y haces que vaya más rápido. Las olas de placer que sientes en estos momentos te tienen en descontrol, desearías estar gritando, pero no puedes. Muerdes tu labio inferior para callar, crees que dejarás una marca en ellos por esto mismo.

De un movimiento haces que él suba y lo das vuelta para que quede totalmente recostado en la cama improvisada que armaron. Bajas hasta su miembro y lo introduce en tu boca para darle placer a él y dejarlo más erecto. Cuando él te pidió que subieras lo hiciste, colocaste cada una de tus piernas en los costados de sus caderas y se introdujo en ti. Ambos sueltan un pequeño gemido que callan con un beso. Empiezas a moverte lento contra su cuerpo, a lo que él te ayuda con sus manos ubicadas en los costados de tus caderas. Te vuelves a erguir y comienzas a saltar un poco más rápido, aferrándote a su pecho desnudo.

Squirrel ~ [ Daryl Dixon y tú ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora