Los encantos de George Weasley (Fanfic +18)

|𝑇𝑟𝑒𝑠|

Cena en La Madriguera

━━━━━━━━━━━━━

—Me fascina este labial Fleur, es bastante suave y poco extravagante—comentó Olympe mirándose en el espejo después de maquillarse.

—Te queda bastante bonito Oly—dijo Prissy con una sonrisa.

Olympe le dió una sonrisa a su hermana menor y extendió su mano hacía Fleur para devolverle el labial.

Su prima se negó.

—Te lo regalo, a ti se te ve mucho mejor—dijo sonriente.

Prissy se acercó al espejo mirando su figura. La menor tenía una cintura que generaba envidia en muchas mujeres, además solía ser risueña y bastante delicada.

Lucrecia siempre decía que Prissy conseguiría un buen esposo.

—¿Estás segura? Quizás quieras usarlo otro día—insistió Olympe.

Fleur negó con la cabeza.

—No, a ti se te ve precioso—volvió a decir.

Olympe no insistió más y guardó el labial en su bolso con las mejillas rojas. Se encontraban en la casa de Bill y Fleur preparándose para visitar a los Weasley.

Lucrecia esperaba junto a Bill en la sala de estar. Apolline no se presentaría a la cena ya que se había comprometido con otros planes antes de regresar a Francia.

Las dos hermanas y Fleur bajaron las escaleras ya listas para visitar a la familia de Bill.

—¿Ya están listas?—preguntó Bill mirando a su esposa.

Ella le sonrió y asintió con la cabeza.

—Si, debemos irnos ya—respondió.

Olympe se acercó a la cocina para sostener en sus manos una bandeja con un postre de manzana que había preparado horas atrás antes de presentarse en la casa de Fleur.

—¿No olvidamos nada?—preguntó Prissy a su madre.

Lucrecia negó con la cabeza.

—No cariño, yo creo que no—miró a su hija mayor—. ¿Y tu, Olympe?

La rubia negó con la cabeza.

—No, todo está listo.

—Iremos a través de polvos flu, primero voy yo y ustedes me siguen—explicó Bill acercándose a la chimenea.

El pelirrojo con cicatrices se adentró a la chimenea y tomó un puñado de polvos flu para luego pronunciar "a la Madriguera".

De inmediato desapareció.

Fleur y Lucrecia fueron las siguientes en utilizar la chimenea y por último, Olympe y Prissy.

Cuando Olympe apareció en la chimenea que se suponía que pertenecía a la casa de los Weasley, comenzó a observar el lugar.

No conocía el interior de la Madriguera. Era un lugar bastante cálido y hogareño.

La decoración era lo que más le fascinaba. Había muebles de madera y los sofás eran de un color anaranjado con almohadones rojos que parecían haber sidos hechos a mano por la mismísima Molly Weasley.

—¡Bienvenidos!—saludó Molly mirando a sus invitadas—. Que bueno que estén aquí, mis demás hijos llegarán en un rato.

Olympe se acercó a saludar a la mujer pelirroja y a su esposo Arthur. Ambos recibieron a las mujeres Delacour con grandes sonrisas en su rostro.