CUARENTA

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Enfrentando la realidad

George se tuvo que sostener del pomo de la puerta para no caer. Sus ojos se humedecieron de inmediato.

¿Embarazada?

Apenas podía pensar en el significado de esas palabras…

Fuertes palabras.

Sus piernas temblaron y el aire comenzó a faltarle ante tremenda noticia. Su cabeza no dejó de hacer cuentas sobre las fechas.

Él había estado con ella a finales de enero...

Y ya casi terminaba marzo.

¡Carajo! ¡Si podía ser su hijo!

Con pasos torpes, caminó hasta el escritorio mientras inhalaba aire repitiéndose a si mismo que no perdiera la cama.

¿Que se supone que debía hacer?

Contuvo las ganas de llorar cuando se dejó caer en su silla acolchada.

¿Que le diría a Olympe? ¿Que diría su novia?

Mierda...

Ella no merecía pasar por todo esto, no merecía tener que ver que su novio había dejado embarazada a otra chica.

En este caso, a la ex loca que, para su mala suerte, se empeñaba en hacerle la vida imposible siempre que se le daba la oportunidad.

George tragó saliva con la mirada perdida en el escritorio.

Quería llorar.

Vanessa tomó asiento nuevamente y miró a George con una expresión impaciente y aburrida.

—¿Estás segura?—preguntó el pelirrojo en un hilo de voz levantando la mirada.

George moría de ganas por llorar...

Iba a ser padre...jamás se imaginó que sería padre.

Él quería, pero no de esa manera. No con alguien que no amaba.

Vanessa suspiró y amplió su sonrisa para luego tomar la mano del pelirrojo, posada sobre el escritorio.

—Si George—afirmó—. Seremos padres, vamos a ser una familia—le dijo con una sonrisa.

A George se le revolvió el estómago.

Nunca en su vida se había planteado que él sería padre de esa manera...

Siempre supo que si lo haría, sería porque él quería serlo y porque realmente estaba listo.

Y además…él no quería que Vanessa sea la madre de sus hijos.

George sacó bruscamente su mano del agarre de la castaña. Se arrepintió al instante cuando vió la expresión molesta y, un poco dolida, de Vanessa.

—¿De cuánto estás?—volvió a preguntar, seco.

Vanessa soltó otro suspiro cansado.

Parecía que la conversación le aburría.

—Ocho semanas—dijo—. Y solamente he estado contigo—se apresuró a aclarar.

Ocho semanas...

Estuvo con ella a finales de enero...

Febrero...

Marzo casi acababa.

¡Mierda mierda!

George bufó y se balanceó hacia atrás completamente frustrado llevándose las manos al rostro.

Los encantos de George Weasley (Fanfic +18) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora