VEINTIUNO

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Reencuentros inesperados

Olympe llegó a donde el traslador la había dejado. Se encontraba frente a la enorme casa de su mamá.

La casa estaba ubicada en París, Francia. Sin duda alguna, tenía un estilo elegante y sofisticado tal y como era Lucrecia Delacour.

Era una casa bastante amplia, Lucrecia siempre pensó que sus hijas vivirían allí con sus esposos e hijos en un futuro.

Era súper extraño para ella ver que ahora sus niñas formaban sus vidas en Londres.

—¡Señorita Olympe!—exclamó una elfa que la rubia conocía.

—¡Minnie!—corrió a abrazarla—. ¡Que bueno verte!

Minnie había sido la elfa de la familia durante muchísimos años. Desde que Olympe y Prissy eran niñas, la elfa se encargó de que a las pequeñas Delacour no les faltara nada.

La familia Delacour siempre ha sido fiel a los derechos de los obreros y le han brindado, además de comodidades, un sueldo como cualquier otro mago trabajador, a Minnie. La elfa se sentía afortunada.

—Minnie ha extraño mucho a la señorita Olympe, Minnie ha escuchado a su madre decir que vendría con su novio—dijo la elfa mirando a la rubia con sus enormes ojos brillantes.

Olympe sonrió y negó con la cabeza.

—No tengo novio Minnie—comenzó a caminar por el gran salón principal.

Minnie abrió su boca sorprendida y un poco arrepentida.

—No quise incomodar a la señorita Olympe, Minnie lo siente—se disculpó amenazando con romper a llorar.

Olympe rápidamente se dió cuenta y abrazó a la elfa.

—No no Minnie, no te preocupes—le susurró acariciando sus manos delgadas—. No me incomoda ni me molesta.

Minnie no respondió y asintió con la cabeza aún un poco aturdida. Unos sonidos de tacones se escucharon y Olympe abrió sus ojos al ver a su hermana menor.

—¡Olympe!—gritó Prissy feliz.

—¡Prissy!—corrió hasta su hermano.

Ambas se fundieron en un abrazo a pesar de verse el día anterior, ellas se adoraban. Una vez que se separaron, Prissy miró por el salón confundida.

—¿Y George?—preguntó.

Olympe rodó los ojos.

—He venido aquí por trabajo, no a pasear—aclaró soltando una sonrisa.

Prissy levantó sus hombros.

—Creí que te acompañaría—comentó.

Olympe recordó que ella le preguntó a George si quería viajar a Francia. Él siempre quiso conocer pero nunca tuvo la oportunidad.

El pelirrojo iba a aceptar pero recordó a su hermano gemelo. No quería dejarlo hacerse cargo de la tienda sólo y terminó proponiendo que para la próxima vez, ambos viajarían juntos.

Ya hasta eso, George ahorraría un poco más de dinero para poder hacer todo lo que él planeaba.

—La tienda lo demanda mucho, decidió quedarse a ayudar a Fred—explicó la rubia.

La elfina miraba a Olympe con los ojos aún brillosos y una sonrisa asomándose en sus labios.

—Creí que no tenía novio señorita Olympe—dijo un poco tímida y pensativa la elfa.

Los encantos de George Weasley (Fanfic +18) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora