Los encantos de George Weasley (Fanfic +18)

CINCUENTA Y SIETE

Viaje a Santorini III

Olympe se metió al jacuzzi sintiendo el agua tibia y cristalina relajar cada rincón de su cuerpo.

George, observaba de pie como su novia se sumergía en el jacuzzi a la par de que el agua y las burbujas mojaban sus espectaculares curvas.

—¿No vendrás conmigo cielo?—le preguntó suavemente ella con una mirada seductora.

Él asintió con la cabeza sonriendo tontamente. En cuanto él entró al jacuzzi soltó un suspiro cuando el agua tibia inundó su cuerpo de paz.

—Carajo…fue una buena idea pagar la habitación con jacuzzi—dijo él cerrando los ojos relajándose.

La risa de Olympe se escuchó.

—Realmente si...—afirmó ella—. Santorini es precioso, me encanta.

—Y a mi—abrió los ojos y sonrió—. No me quiero ir nunca.

Ella se encontraba frente a él, aún desnuda y con sólo las burbujas cubriendo sus senos desnudos.

—Yo menos, creo que después de tanto trabajo nos lo merecíamos—pensó la rubia—. ¿No crees? Tú trabajaste mucho en la tienda este año.

George asintió con la cabeza.

—Y tu también amor, tus proyectos te quitan mucho tiempo—habló—. Pero no quiero pensar en eso...—tomó la mano de su novia para atraerla hasta su lado—. No ahora...

Olympe rió y se acercó más a su novio subiéndose sobre su regazo. Él la abrazó por la cintura dándole besos en los labios, mejilla, cuello y clavículas. Ella inclinaba lentamente su cabeza hacia atrás dejándose llevar.

—¿Ah no?—ronroneó seductora—. ¿Y que quieres hacer?.

—No lo sé…—contestó con la voz ronca siguiéndole el juego—. Me imagino que quizás tengas una idea...

Olympe deslizó sus manos por el pecho mojado de George acariciándolo mientras besaba su cuello. Él suspiró en el oído de ella al sentir su miembro rozar de nuevo contra la entrepierna de ella.

Él bajó sus manos hasta atrapar el trasero de su novia dándole caricias debajo del agua. Ella mordió su labio.

—Se me ocurren unas cuantas ideas...—empezó a decir suavemente acomodándose sobre el miembro de George—. Siempre he querido hacerlo en un jacuzzi.

George observó en silencio como su novia descendía su mano hasta debajo del agua. Él sintió como ella sostenía su, aún, duro miembro y comenzaba a masturbarlo.

—Estás un poco caliente mi amor—dijo él soltando una risa coqueta—. Si no me equivoco, diría que quieres tener sexo de nuevo…

Olympe rió junto a él.

—Pues no te equivocas—afirmó con una sonrisa continuando con sus movimientos—. Y al parecer…tu también quieres.

La carcajada que George dejó escapar causó un remolino de emociones en el cuerpo de Olympe. Él tomó la mano de su novia para detenerla y ella lo vió con curiosidad.

George sostuvo a su novia de la cintura obligándola a ponerse de pie en el jacuzzi, ella sonrió fascinada cuando él la empujó contra el borde del jacuzzi abriéndole las piernas bruscamente.

Ella amaba cuando el era rudo. Lograba excitarla.

El pelirrojo besó a su novia nuevamente con deseo chocando su enorme miembro contra su centro. Olympe gimió abriéndose más para el mientras aún las gotas de agua caían por los cuerpos desnudos y calurosos de ambos.