Miedo
—¡Voy a acabar George!—gritó castaña saltando sobre el miembro del pelirrojo.
George escuchaba como Vanessa gemía y gritaba moviendo sus caderas hacia adelante y hacia atrás sobre su erección. Él tenía la mirada perdida sin disfrutar ni un poco el sexo con Vanessa.
La puerta abierta de su habitación le permitía observar el sofá de la sala de su apartamento. Él lo miró con nostalgia recordando a Olympe curando las heridas de sus nudillos.
Era un imbécil.
—¡Oh sí! ¡Oh sí!—gimió Vanessa dejándose caer en el pecho del pelirrojo.
Él salió de sus pensamientos cuando ella se levantó del sofá comenzando a vestirse.
—Extrañaba tanto eso Georgie—dijo la castaña con una sonrisa acercándose a él y besándolo.
George correspondió el beso y le dió una pequeña sonrisa para dirigirse a su armario y tomar ropa limpia
—Debo ducharme e ir a abrir la tienda, Fred regresará pronto—dijo George dejando su ropa sobre la cama.
Vanessa asintió con la cabeza y tomó del armario del pelirrojo un pantalón pijama que pertenecía a él.
George se dió cuenta de que era su pijama color morado.
Olympe de nuevo ocupó lugar en su cabeza.
—Ese no—dijo acercándose a ella rápidamente.
Ella frunció el ceño confundida.
—¿Por qué no?—preguntó.
Él decidió improvisar rápidamente y dejó el pantalón en el cesto de ropa sucia.
—Esta sucio, usa cualquier otro—le dió una sonrisa convincente.
Ella sonrió mordiendo su labio y agarró otro del armario. George se sintió culpable por mentirle pero aún así, no iba a decirle la verdadera razón.
Él se dirigió al baño dispuesto a darse una ducha para quitarse cualquier rastro de sexo de su cuerpo. Al mirarse al espejo observó su reflejo con reproche.
—Que idiota...—gruñó.
Se dió cuenta que las marcas de pasión que le había dejado Olympe ya no estaban. Habían desaparecido.
Se pregunto a si mismo si ella aún tendría los chupetones que él dejó en su piel.
Él aún tenía los brazos y espalda con los rasguños, ya cicatrizados, de las uñas de la rubia francesa.
Su cabeza enloquecía cuando pensaba en ella gritando su nombre.
No era lo mismo estar con Vanessa. Ella era diferente.
Vanessa era su ex novia. Cuando ellos terminaron su relación dos años atrás, él sufrió mucho por ella.
Después de meses, acordaron que solamente se usarían mutuamente para tener sexo. Eso no había cambiado ente ellos.
Pero Olympe... él quedó hipnotizado.
Recordaba más de una vez al día su sonrisa, sus labios rosados abriéndose cuando gemía por él, su cabello suave que emanaba el olor a lavanda que tanto le gustaba...
Y también sus ojos azules llorosos cuando él se marchó esa mañana después de dormir abrazado a ella.
Terminó de ducharse después de un rato largo. Cuando llegó a su habitación encontró a Vanessa durmiendo en su cama con su ropa.
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Los encantos de George Weasley (Fanfic +18)
FanfictionADVERTENCIA: Obscenidad. Fanfiction +18 (Esta historia tiene contenido sexual, vulgar y violencia). Leer bajo su responsabilidad. La historia transcurre cinco años después de la Segunda Guerra Mágica. Fred sigue vivo en este universo alternativo. P...