Los encantos de George Weasley (Fanfic +18)

TREINTA Y DOS

La hora de la verdad

Olympe caminaba por los pasillos del Ministerio hecha una furia.

Se había ausentado solamente dos días porque no podía caminar. George había estado cuidándola durante ese tiempo y se mostraba muy atento y cariñoso.

A Olympe encantaba como George podía pasar de ser un chico tierno a uno complete seductor y atrevido.

Durante esos dos días, ella no había podido tener relaciones sexuales con George porque estaba totalmente dolorida.

Eso no quitaba que no hayan hecho nada.

George sentía un poco de miedo al tocarla, creía que ella se rompería en dos si era muy brusco. Olympe tomó el control y terminó practicándole sexo oral al pelirrojo en más de una ocasión.

Además de que ella adoraba chupar  su enorme...

¡Concéntrate Olympe!

Llegó hasta la oficina de la persona que tanto la había hecho enfadar y la abrió de una patada sobresaltando al joven.

—Eres un maldito Antoine...¡Ya mismo me explicas que diablos es esto!—exclamó Olympe arrojándole la carpeta con papeles en el escritorio.

Antoine elevó una ceja y comenzó a reír.

—Relájate Oly... solamente plantee que había que posponer tu proyecto porque aún no hemos conversado profundamente del tema—explicó el rubio apoyando las manos en el escritorio.

Ella se enfureció más.

—¿Es una broma? ¡Ya estaba todo listo!—se quejó—. ¡Si no ponemos en marcha ese proyecto más mujeres sufrirán abusos en la calle!

Antoine soltó un suspiro cansado.

—¿Crees que no sé eso? ¡Lo repites todo el tiempo!—dijo frustrado.

Olympe cerró la puerta de la oficina y dió un golpe en el escritorio volviendo a causar que Antoine se sobresaltara.

Él la observó desde su asiento y se dió cuenta de lo cambiada que estaba.

Era infernalmente ardiente...

Sus ojos se desviaron a sus grandes y redondos pechos. Él los conocía a la perfección y nunca más había vuelto a ver unos así.

Deseaba besarlos…

Olympe se percató de la mirada pervertida de Antoine sobre su cuerpo y se enfadó más. Sin dudarlo estiró su mano para acariciar el cabello rubio de su ex novio.

—Mírame Antoine...—susurró seductora.

Antoine elevó la cabeza completamente perplejo e hipnotizado por ella.

Moría de ganas por desnudarla y follarsela sobre el escritorio.

¿Cómo es que sus labios eran tan rosados y carnosos? Él sabía que eran deliciosos…

Suspiró cuando vió a Olympe abrirse el primer botón de la camisa.

—Olympe…—murmuró el rubio.

Ella sonrió mordiendo su labio y acariciando el cabello de Antoine.

—¿Vas a aprobar el proyecto, cariño?—le habló moviendo sus pechos levemente.

Antoine estaba tan excitado ante la visión de la rubia que alguna vez fue su novia. Pasó su mano por su miembro completamente cegado por ella.

—¿Y me darás algo a cambio?—preguntó en un gemido.