Un paso más
Olympe comenzó a despertarse muy inquieta durante la noche, abrió los ojos sintiendo un dolor terrible en el abdomen y las piernas le pesaban muchísimo.
Sabía perfectamente de que se trataba.
Le había bajado la regla.
A su lado, George abrió los ojos al sentir la inquietud de su novia quien, un poco adormilada, se movía de un lado al otro tratando de encontrar una posición.
—¿Mi amor?—le susurró adormilado abriendo un poco los ojos para verla.
La rubia a su lado se aferró más a los brazos de su novio y comenzó a sollozar.
—Me duele...me ha bajado—le informó.
George abrazó más a Olympe. Sabía que, como toda mujer, sufría muchísimo cada vez que le bajaba la regla.
Acarició el cabello de su novia sintiendo como ella dejaba de llorar y nuevamente comenzaba a retomar su sueño pero con más calma.
—Iré a prepararte una poción, te calmará el dolor—le dijo suavemente el pelirrojo.
Olympe abrió sus ojos nuevamente y asintió con la cabeza mirando a George, en medio de la noche, siendo solamente iluminados por la luz de la luna que entraba por la ventana con las cortinas blancas.
Ella se puso de pie y tomó unas toallas femeninas, unas bragas y el pantalón morado de George.
George corrió a la cocina para prepararle la poción mágica que había aprendido a preparar una vez que le contó a su madre que Olympe sufría de fuertes cólicos y dolores menstruales.
Molly sabía muchos remedios medicinales y no dudó en enseñarle a su hijo a calmar los dolores de su novia.
Una vez que Olympe se cambió, regresó a la habitación y encendió la luz para revisar que la cama no estuviera manchada de sangre.
Justo George entró con la poción en sus manos.
—¿Que haces?—preguntó soltando un bostezo.
Olympe terminó de acomodar las sábanas. Por suerte, la sangre no había sido demasiada como otras veces y no llegó a ensuciar la cama.
—Quería ver si ensucie las sábanas—contestó la rubia volviendo a meterse entre la comodidad de las mantas.
George le un recipiente con la poción y se adentró junto a ella a la cama.
—Sabes que no me molesta si las manchas amor—le dijo el pelirrojo.
—Lo sé, pero me fastidia que luego quede todo sucio—contestó frustrada—. Es difícil quitar la sangre de la ropa.
George observó como ella terminó de beber la poción y dejó el recipiente en la mesita de noche junto a la cama.
—¿Ya?—preguntó George.
Olympe asintió dándole una sonrisa y él simplemente la observó.
Ella se veía tan tierna. Los ojos de la rubia brillaban por las lágrimas que había dejado ir ante los dolores que le brindaban la llegada de su ciclo menstrual.
Su cabello despeinado y su pijama que consistía básicamente en ropa de George, hacían que él quisiera abrazarla y besarla.
—¿Por qué me miras así?—preguntó Olympe con las mejillas rojas.
George dejó ir una risa.
—Porque eres muy hermosa—contestó.
Ella sonrió cuando él le dió un beso en la mejilla. Se sentía tan amada a su lado...
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Los encantos de George Weasley (Fanfic +18)
FanfictionADVERTENCIA: Obscenidad. Fanfiction +18 (Esta historia tiene contenido sexual, vulgar y violencia). Leer bajo su responsabilidad. La historia transcurre cinco años después de la Segunda Guerra Mágica. Fred sigue vivo en este universo alternativo. P...