VEINTINUEVE

34.6K 2K 3K
                                    

La boda (II)

Olympe sintió su corazón latir fuertemente y sus piernas amenazaban con fallar. Se cruzó de brazos intentando mostrar seriedad ante el chico frente a ella.

—¿Que haces aquí?—preguntó la rubia mirándolo.

Él miró al suelo y soltó un suspiro.

—Te vi venir hasta aquí—respondió con las manos en los bolsillos—. ¿Que fue todo eso que pasó allá afuera?

Olympe sintió ganas de desaparecer. Ella no había podido contener sus celos antes y corrió a marcar territorio con George.

Detestaba pensar en Adelaide y en el pelirrojo.

Miró a George y elevó una ceja intentando parecer despreocupada.

—¿Que cosa?—se hizo la desentendida acomodando su cabello.

George bufó.

—Olympe sabes de lo que estoy hablando...—dijo obvio—. Adelaide y yo solamente estábamos...-

Olympe gruñó fastidiada.

—¿Te follaste a Adelaide?—soltó molesta.

George se aflojó su corbata un poco, ya estaba completamente estresado ante la terquedad de Olympe.

Grace tenía razón, ella era muy orgullosa y se negaba completamente a escucharlo.

¿Tanto lo odiaba? Él entendía que se merecía que ella lo tratara de esa forma.

Pero Olympe lo confundía…

Hasta hace unos minutos, Olympe estaba sentada junto a él acariciando su pierna suavemente y ahuyentando a Adelaide.

Él no pensaba hacer nada con su prima, eso había quedado en el pasado.

Muy en el pasado.

—Fue una sola vez—murmuró el pelirrojo.

Olympe volvió a gruñir.

—También tenías que follarte a mi prima...que conveniente—se quejó la rubia volviendo a buscar en unas cajas.

George la observó.

—Fue antes de que yo te conociera Olympe...—aclaró George cruzándose de brazos.

—Y nunca me lo dijiste—atacó la rubia.

—Y tú nunca me dijiste sobre Antoine—contraatacó molesto—. ¿Tendré que regresar a patadas a su país a ese muñeco francés? ¿O debo preocuparme más por el idiota de Pucey?

Olympe soltó una caja bruscamente y se volteó a enfrentar a George.

—¿Te importa lo que haga con mi vida George?—soltó llena de ira mirándolo—. ¡Debo recordarte que tú y yo no somos nada!

George rió cínico.

No iba a admitirlo pero le dolía escuchar esas palabras salir de la boca de la rubia.

Le recordaba a Olympe gritándole en su cara y diciéndole que ya no había nada entre ellos.

El pelirrojo ignoró la punzada en su pecho y rodó los ojos.

—¿Ah no?—se burló—. ¿Y entonces porque te tomas el trabajo de alejar a Adelaide de mi?—reclamó el pelirrojo.

—¿Y tú porque te molestas tanto cuando hablo con Pucey?—se apoyó en una de las mesas del cobertizo.

Los encantos de George Weasley (Fanfic +18) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora