CATORCE

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El cielo en sus manos

Olympe se detuvo frente a la puerta de madera después de inhalar aire repitiéndose a si misma que todo saldría bien durante el fin de semana.

Toc - toc

La rubia tocó la puerta con sus manos temblorosas para luego comenzar a acomodar su cabello con impaciencia.

Se sobresaltó cuando la puerta se abrió.

—¡Olympe!—exclamó Molly abriendo sus brazos—.¡Que bueno que viniste!.

Olympe saltó a los brazos de la mujer mayor con alegría dejándose llenar de cariño y amor.

—¡Señora Weasley!—dijo sonriente separándose un poco de la pelirroja después de unos segundos.

Molly abrió sus ojos al ver que Olympe tenía dos bandejas en sus manos.

—Traje pastel de manzana y brownies de chocolate—sonrió tímida.

La mujer mayor acarició el cabello de la rubia con dulzura.

—Eres un amor, cariño.

Molly se hizo a un lado tomando el bolso de la chica y dejando que Olympe pasara a su casa.

Olympe no llegó a reaccionar cuando Percy y Ron aparecieron de golpe entrando por la puerta trasera.

—¡Olympe!—soltó sonriente Percy acercándose a ella—. Te estábamos esperando.

—¡Que gusto tenerte aquí Oly!—saludó con una sonrisa Ron.

La rubia no pudo evitar sentirse querida cuando Ginny bajó corriendo por las escaleras y la abrazó fuertemente causando que ella diera unos pasos hacia atrás.

—¡Oly!¡Leí sobre ti en el periódico!—chilló la pelirroja—. ¡Te ves increíble en esa portada chica!.

Olympe se sonrojó riendo.

—Estamos muy orgullosos de ti linda—dijo Molly mirándola con admiración.

La rubia miró con atención intentando buscar a los demás Weasley. Faltaban los gemelos, Arthur, Bill y Charlie.

—¿Y los demás?—preguntó curiosa.

Ron empezó a reír cubriendo su rostro completamente tentado. Ginny lo golpeó.

Olympe frunció el ceño confundida.

Pasos se escucharon en las escaleras de madera. El corazón de la rubia latió con desesperación cuando escuchó una risa conocida.

—¡Ya basta Fred!—exclamó George bajando el último escalón.

George se detuvo de golpe completamente perplejo. Olympe bajó la cabeza sin saber como reaccionar.

Ninguno de los dos sabía como reaccionar ante lo ocurrido la noche en que ella y George se gritaron con furia, se besaron, y ella lo mandó al infierno.

Ella seguía molesta todavía por la actitud infantil del pelirrojo. Su cabeza era traicionera y le repetía que mirara lo guapo que él estaba.

George usaba unos pantalones negros y una camisa azul con detalles en blanco. Se veía muy lindo.

Olympe dejó escapar un suspiro sin poder disimular lo encantada que estaba.

—¡Oly! ¡Esperábamos tu visita!-habló Fred sonriente acercándose a la rubia y envolviendo su brazo en los hombros de Olympe—. ¿No es así Georgie?.

Los encantos de George Weasley (Fanfic +18) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora