Isabelle caminaba a paso rápido por los pasillos de Hogwarts repitiendo una y otra vez en su cabeza todo lo que había estudiado arduamente para su exámen de pociones.
Era muy exigente consigo misma. Algunos dirían que demasiado.
Su madre, Olympe, solía recordarle de vez en cuando que no estaba mal disfrutar sin sentirse presionada por ser la hija perfecta y aplicada que tanto deseaba la pequeña.
Pocas veces Olympe era escuchada por la adolescente de 14 años y no podía quejarse, después de todo, era su viva imagen tanto físicamente como en la personalidad.
Isabelle era una joven muy atractiva ante los ojos de cualquier chico de su edad o hasta incluso llegó a llamar la atención de algunos un poco mayores. Ella tenía personalidad, carácter y sobre todo determinación.
Había tenido muchos pretendientes, algunos mejores que otros pero aún así, la muchacha no abría su corazón ante ninguno de ellos.
Bueno... ninguno que no sea Josh.
Josh era el gran amor secreto y platónico de Isabelle, o al menos así lo era hasta que Fred lo descubrió cuando un día buscando unos airpods entre las pertenencias de su hermana, el diario íntimo de ella cayó al suelo con unas páginas abiertas donde se leía perfectamente el nombre de su mejor amigo dentro de un corazón lleno de brillos.
Todos recordarán el terrible escándalo que se armó esa mañana en la casa de los Weasley - Delacour. Finalmente su madre los había regañado a ambos por discutir, ee cambio su padre George, no había sido lo suficientemente firme para llevar la situación.
Olympe era la de la mano dura en casa pero a George le dañaba un poco el ego admitirlo.
–Antídoto para revertir los efectos de veritaserum...—murmuró en voz baja la rubia y gruñó al no recordar los ingredientes del mismo.—Maldita sea.
Se frenó en seco para abrir uno de los libros que llevaba entre sus brazos y comenzó a leer con desesperación los ingredientes de aquella poción que tanto le costaba recordar.
—Oh sí, era ésto lo que me estaba olvidando—soltó Isabelle con obviedad al leer el ingrediente.—Que ton...
—¡Cuidado Isabelle!
El grito de una voz que la rubia reconoció a la perfección, hizo que ella levantara la cabeza para encontrarse a su imprudente hermano mayor volando una escoba que no podía dominar al cien por ciento.
La advertencia había llegado un poco tarde, Fred no pudo frenar y se estampó contra Isabelle haciendo que su hermana saliera volando hacia el otro lado del pasillo.
Detrás venía Josh, quien con toda la intención de ayudar a su mejor amigo, frenó en su escoba detendiendose a mirar el caos.
Isabelle quedó hecha un desastre, su peinado se había desarmado, su uniforme que inicialmente estaba perfectamente limpio y arreglado ahora solamente estaba arrugado y ni hablar de sus libros, éstos habían salido volando por el impacto.
—¡Fred! ¿¡Que diablos haces volando esa cosa!? —exclamó molesta la rubia mientras se ponía de pie ignorando la mano que su hermano mayor le extendió en su ayuda.
—Es la nueva Nimbus power, tiene una gran potencia y podría ayudarme en los partidos—respondió sonriendo con orgullo el pelirrojo.
Isabelle rodó los ojos y gruñó.
—Pues ten cuidado o matarás a alguien si es que no te matas tu primer...
—¡Cielos chicos! ¿Están bien?—la voz de Josh alertó a los hermanos.
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Los encantos de George Weasley (Fanfic +18)
FanfictionADVERTENCIA: Obscenidad. Fanfiction +18 (Esta historia tiene contenido sexual, vulgar y violencia). Leer bajo su responsabilidad. La historia transcurre cinco años después de la Segunda Guerra Mágica. Fred sigue vivo en este universo alternativo. P...