Los encantos de George Weasley (Fanfic +18)

CINCUENTA Y TRES

Dejarse llevar

—¡George apúrate! ¡Llegaremos tarde!—lo regañó Olympe saliendo del baño.

George seguía en cama jugando con Coco.

—Ay Olympe...es domingo—se quejó el pelirrojo—. ¿Por qué tuvieron que organizar un baby shower para un día domingo?—preguntó.

Olympe gruñó frustrada.

—Levántate, le dije a Fleur que le ayudaría en la decoración—le record—-. Y tú prometiste que irías a ayudar también.

George bufó. Él ya se había comprometido.

—De acuerdo ahí voy...—murmuró como un niño pequeño levantándose de la cama.

Olympe sonrió al verlo.

George solía ser muy tierno en muchas ocasiones y eso a Olympe le fascinaba. Siempre que lo veía bufar y quejarse por tener que salir de la cama temprano ella se entretenía.

Un rato después, ella se encontraba en ropa interior frente al armario pensando en que ponerse.

George entró a la habitación con sólo una toalla cubriendo su parte inferior desnuda, y no pudo evitar mirar a Olympe de arriba a abajo sintiéndose encantado.

¡Que gran trasero tenía su novia!

—¿Que ocurre amor?—le preguntó acercándose a ella.

Olympe sintió a George detrás de ella y se tensó. Él envolvió su cintura desnuda y rozó sus dedos sobre el abdomen de Olympe.

Ella dejó caer su cabeza contra el pecho de George aspirando el aroma a limpio que desprendía el pelirrojo.

—No sé que ponerme—contestó la rubia con la respiración agitada.

Ya ni siquiera podía prestar atención a la pila de ropa en su armario. El calor se había apoderado de su cuerpo en cuanto George comenzó a acariciarla con delicadeza.

Ella aún no se había dejado tocar por él...

No de esa manera.

—Usa cualquier cosa...todo te queda hermoso—le susurró al oído con la voz ronca.

Olympe cerró sus ojos por un segundo e inhaló aire tratando de calmarse.

—He subido de peso George...—dijo—. Creo que usaré un vestido.

Olympe tomó el primer vestido que estaba a la vista. Era uno blanco bastante delicado y veraniego.

Cuando se giró sobre sus pies con la intención de alejarse un poco para poder cambiarse, chocó contra el pecho de George colocando torpemente sus dos manos sobre él.

George dejó escapar una risita divertida.

—¿Estás bien mi amor?—le preguntó ahogando una risa.

Olympe asintió con la cabeza sin poder ser capaz de moverse.

Quizás podía permitir que él la tocara...

No tener relaciones, sino un simple toqueteo. Tal vez eso la relajaría.

Ella miró a los ojos a su novio reconociendo perfectamente ese reflejo de lujuria y deseo. George movió su mano lentamente tomando el vestido de Olympe bajó la atenta mirada de su novia.

Quería besarlo...

Él estaba tan cerca de ella logrando encender cada vibra de su cuerpo.

—¿Que estás...—intentó decir.