DanaeHay que ser rápidos, si esa criatura está cerca del pueblo, seguramente trataría de comerse a alguien. Si es que ya no lo hizo, por ahora debíamos avisarle al resto del grupo.
— Abel, ¿Dónde están los otros? —llevábamos más de una hora buscándolos y nada que aparecen. Dónde estén haciendo una de sus tonterías, juro que no volverán a ver la luz del sol por un par de días.
— Lo mismo que sabes tú, lo sé yo— rodé los ojos, nunca sabe nada, ah pero que oiga algún rumor de una chica linda, ahí sí saben todo— Pero quizás estén en el pueblo, escuché que ayer hubo una fiesta allí.
— Vamos entonces— dije sobando el puente de mi nariz.
— ¿Sabes qué? Empiezo a pensar que ya no será necesario buscarlos.
Agh, no estoy de humor para esto.
— Abel, deja tus bromitas para después— comencé a caminar hacia las escaleras, pero un brazo me detuvo— ¿Qué pasa ahora? —pregunté alzando una ceja.
— Ellos están... Por allá— señaló a un punto en específico ¿Qué estaban haciendo los niños? Durmiendo. Estaban durmiendo en un jodido árbol mientras nosotros los buscábamos como unos idiotas.
— Ahora mismo me vas a escuchar esos dos— me acerqué a ellos sigilosamente, tomando a los dos de las orejas— Ustedes dos, par de ineptos, nos hicieron caminar por más de una maldita hora buscándolos.
— ¡Ay! ¡ay! Danae, Danae suelta— los solté para darles un puño a cada uno en el estómago por todo el tiempo que me hicieron perder— Dios, eres una chica, pero tienes fuerza. Pensé que todas las mujeres eran unas debiluchas.
— Vuelve a hacer esa clase de comentarios y te dejare sin dientes Francis. Muévanse, tenemos trabajo que hacer— Antes que nada, tenía que buscar a Kira, nunca salgo sin ella. Entré al cuarto viendo que todavía estaba acostada en el borde de la cama; me acerqué para ver si estaba bien y en efecto, solo estaba durmiendo— Nena, vamos a salir ¿No quieres venir? —apenas pronuncié esas palabras ella se levantó como rayo— Esa es la actitud. Ven, tenemos que ir con los chicos.
— Ya les contaste, Abel— por su silencio supongo que no, Dioses, ¿Es que tengo que hacer todo yo?
— Bien, la cuestión aquí es que hace unos días unos críos pasaron los límites, vieron lo que nosotros creemos es un wendigo y ahora tenemos que exterminarlo.
Me gusta ser directa, así no pierdo tanto tiempo y las cosas se hacen más rápido.
—Wow ¿Esos bichos no se habían ido de aquí hace siglos?
— Tu lo dijiste, se habían ido. Decidieron volver— vaya, hasta que decidió hablar el peliblanco— Si eso es lo que dicen que es, debemos actuar rápidos. Los wendigos son criaturas glotonas.
— Todavía tenemos tiempo, no es como si se fueran a tragar a alguien o algo así— un golpe, eso es lo que se está ganando este cabeza hueca.
— ¿Le dan el golpe ustedes? ¿O se lo doy yo? —dije cruzada de brazos.
— ¡Estúpido! —dijo Baco dándole un coscorrón, yo lo habría golpeado más fuerte pero igual, eso sirve— Un wendigo es un ser glotón, mientras más cosas traga más hambre siente, eso y que a medida que come va creciendo.
— Ummm ya. Lo siento, no presté atención en clase de mitología Era esa clase, ¿verdad?
— Francis, concéntrate, por Dios— le riñó un cabreado Abel— ¿Lo vamos a buscar, Roja?
— No, todavía no podemos, no recuerdo cómo matarlo, sería mejor que nos preparemos bien, mientras tanto hagan vigilancia en el pueblo. Quiero que, si ven algo fuera de lo normal, me lo comuniquen enseguida— mientras les explicaba lo que haríamos a los muchachos en mi mente solo se repetía un nombre: Engla, ella era la única que nos podía ayudar justo ahora, porque no recordaba donde había dejado mis libros.
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Entre Cadenas
WerewolfDe pequeña anhelaba... y deseaba poder escapar de este infierno y ser libre, soñaba con mi final feliz. Creía que después de tanto sufrimiento podría por fin descansar y encontrar la paz en los brazos de esa persona que me complementaria, solo que a...