Danae
Mientras yo trataba de alcanzarla, León me agarraba con fuerza. La sonrisa de victoria que tenia esa arpía solo aumentaba mi irá, quería destrozarla, volverla trizas.
— Cuando sientas mis puños, veremos si te sigues riendo— anuncié.
— ¡¿Quieres llegar a mí?!— preguntó en voz alta— Te daré ese privilegio.
Una sonrisa malévola se reflejó en sus labios, seguida de un vértice que salió de la nada, yo quedé perpleja, no sabía que fuera capaz de eso. ¿Será una bruja o quizás una hechicera? No, no percibo magia en ella.
— ¡Irina, no te atrevas!— habló por fin Kellan, pero no le hizo caso, el vórtice me absorbió dentro.
Todo era oscuro hasta que de la nada llegamos al mismo sitio en donde sucedió mi primer encuentro con el demonio, reconocí al instante las estatuas consumidas por el tiempo y la vegetación; esta vez había menos visibilidad a causa de la niebla, por lo que, mi visión era limitada.
— ¿Para qué me has traído aquí?— le grite a la nada— ¿Cómo sabías que existía este lugar?.
Una risa inundaba el ambiente.
— Se muchas cosas, niña fastidiosa— reconocí la voz de Irina al instante.
— ¿Qué eres?.
— Creo que eso no te incumbe— por fin la vi, estaba justo en frente de mí con dos perros negros enormes. Tenían la piel putrefacta y sus ojos eran negros en su totalidad.
¿Espíritus malignos?.
— Dime ¿Qué crees que haría León si llegará a enterarse de que eres, no solo una simple humana, sino qué, una cazadora?— preguntó más para ella misma, que para mí— Seguro que te destrozaría con gusto.
— ¿Quién te ha dicho que soy cazadora?— traté de mentir.
— Se mucho más de lo que piensas, querida. Se que eres una bastarda, se que no eres humana... o bueno, al menos no una humana completa.
La voz de ardilla se paseaba por todo el lugar, yo la seguía con la mirada lista para atacar en cualquier momento. Esos animales no me daban tampoco buena espina. ¿Por qué nos había traído aquí en un principio?.
— Estás equivocada— volví a negar.
— ¿Estás diciendo que yo estoy equivocada, Danae Harrison? ¿Ese no es tu primer apellido?, Tú perteneces a una familia de asesinos, los mismos que mataron a la familia de León. Por eso, cuando él se entere, te matara.
— Cállate— grité harta— No sabes nada.
Mis ojos volvieron a encenderse en un fuego verde, estábamos ella y yo solas. Si llegara a liberar mis poderes nadie se daría cuenta estando tan lejos.
— ¿Oh, la brujita va a perder el control?— soltó con burla— Veamos de lo que eres capaz. A ella— le ordenó a sus perros.
Esas bestias arrugaron sus hocicos y mostraron sus dientes antes de echarse a correr, a medida que lo hacían desprendían un humo negro de sus cuerpos. Logré esquivarlos antes de que llegaran a mí.
— ¿En serio tienes que mandar a tus perros? ¿No puedes hacerlo tu sola?— ella sonrió.
— Niña no podrás contra mí, no si aún no has liberado tus poderes. Eres una cobarde, temes alcanzar tus verdaderas capacidades. Le perteneces al caos, tu magia está hecha para eso— una gruesa cadena se enredó en mi cuello, ni siquiera la vi venir.
Luchaba con la cadena, cada vez que mis manos trataban de quitármela del cuello me asfixiaba aún más— Su-el-ta-me— hablé con dificultad.
— Oh, quieres liberarte. Pues lamento decirte que cada vez que intentes soltarte, esta se aferrará más a tu cuello.
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Entre Cadenas
WerewolfDe pequeña anhelaba... y deseaba poder escapar de este infierno y ser libre, soñaba con mi final feliz. Creía que después de tanto sufrimiento podría por fin descansar y encontrar la paz en los brazos de esa persona que me complementaria, solo que a...