Capitulo 53

5.9K 385 11
                                    

Danae

Las lideres de los aquelarres cercanos estaban aquí, liderados por la matriarca Enora y a un lado de ellas estaba el lobito que me miraba preocupado.

— Danae, veo que has contenido muy bien a las antiguas. Es un verdadero alivio— habló caminando hasta pararse a mi lado— También puedo ver que ustedes han tomado algo que no les pertenece. Tienen suerte de que ella sea flexible solo porque están en los cuerpos de sus amigas.

— Lárgate aquí, impostora— sisearon con un potente odio hacía la anciana Enora— Eres una burla para nuestras ancestras. Las brujas deberían estar controlando el mundo sobrenatural, pero tu eres demasiado cobarde para hacer algo así— elevaron sus mentones, mirándola con desprecio.

— Retrasas las verdaderas capacidades de las nuevas generaciones. Dañas su potencial, es por eso que varias de ellas te traicionaron.

— ¿Y a qué las llevó eso? ¿Tienes poder? No— dijo firme. Afianzando su lugar como la bruja madre y líder del aquelarre principal— Solo las arrastró a la muerte; no pienso repetir historia una vez más. Las brujas pueden decidir sus propios caminos sabiendo que siempre sus actos tendrán consecuencias en algún momento, ustedes son el ejemplo de eso. Sus coronas se volvieron demasiado pesadas para estar sobre sus cabezas, querían mucho más de lo que podían tener; fueron soberbias y avariciosas, Deimos lo notó y se reveló.

— ¡Mentira!— gritó con cólera la voz de Segna. Lanzándonos un hechizo que Bricia desvió— ¡Él nos dió la espalda por esa maldita mujer! ¡Ella lo hizo cambiar! ¡Fue por eso que nuestro pequeño nos abandonó!.

Estaban tan distraídas tratando de atacarnos que no se dieron cuenta que las demás brujas estaban haciendo un circulo alrededor de ellas, manteniendo una distancia prudente. Mi vista recayó en Draven y con los ojos le hice una seña que él entendió, levantándose y caminando hacía nosotras.

— ¿Su pequeño? Solo querían a Deimos porque les servía para sus planes; lo criaron como si fuera una marioneta fácil de utilizar, son tan hipócritas que omiten el hecho de que cuando él nació para no caer en deshonra pensaban abandonarlo y cambiarlo por una niña— no era una pregunta, más bien una afirmación bastante clara de lo que habían hecho siglos atrás— Pero al darse cuenta del poder que llevaba dentro decidieron quedárselo y enseñarle solo lo malo de este mundo. Pudrieron su espíritu y no fue hasta que conoció a Aelia que el pobre abrió los ojos y se dio cuenta de lo mucho que sufrían las demás especies por ustedes.

Ella y yo nos miramos y con nuestra magia sometimos a las tres mujeres, inmovilizándolas.

— Muy buena la charla, pero ya les llegó  la hora de decirle adiós a este mundo para siempre— chasqueé mi lengua, negando levemente con la cabeza— Es una pena que no pudieran culminar sus planes de conquista, pero, así es la vida— Draven sostuvo a las brujas con sus cadenas, las cuales quemaban su piel. Gritaban y aflojaban las cadenas, solo para provocar que estas se ajustaran aún más en sus cuellos. El círculo a su alrededor brillaba debajo de ellas y con cada palabra que recitaban las brujas podía ver como las sombras salían de su cuerpo poco a poco, siendo esperadas por Enora y por mí.

La primera de ellas salió y fue recibida por nosotras— Ya sabes que hacer— yo asentí y el fuego comenzó a salir de mis manos, la sombra de Yrsa se removía tratando de liberarse, pero el agarre de la anciana era firme. Las llamas la alcanzaron y seguido de ella, a las otras cuatro, dejando cenizas que fueron recogidas por Draven.

La única que faltaba era Irina.

— ¿Qué harás con ella?— le pregunte a Draven cuando estuvimos frente a frente. Él la miró unos momentos pensativo.

Entre CadenasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora