Danae
— Oye, tranquila. No quiero hacerte daño, pero si me obligas, tendré que hacerlo.
Seguía hablando con esa criatura como si pudiera entenderme realmente, aunque quien sabe, tal vez si me entiende y solo no quiere razonar. Yo tampoco querría después de que me hayan disparado unos ineptos.
Ella alzó la cabeza en advertencia, enrollándose en su propia cola y preparándose para atacar. Yo la observaba serena, no quería hacerle daño, pero si me atacaba no tenía otra opción. Lanzó una mordida al aire y tuve una vista de sus colmillos, podría tragarme de un solo bocado, sería un aperitivo para ella. Mi pequeño cuerpo comparado con el de ella no la llenaría.
— ¿Quién eres?— parpadeé sin creer lo que escuchaba— No repetiré la pregunta, será mejor que hables— volví a oír esa voz en mi cabeza. Mis ojos buscaron los de la serpiente que estaba frente a mí, era ella, no había duda.
— Soy Danae Moore y vine a este lugar porque algunos hombres fueron encontrados muertos.
— ¿Qué tengo yo que ver ahí? Loshumanos no pisan este pantano con frecuencia— se acercó mucho más, quedando muy cerca de mi cuerpo— Invaden mi pantano, y no contentos con eso tienen la osadía de atacarme con sus armas insignificantes ¿Dime tu que harías en mi lugar? Los humanos no son bienvenidos en mis tierras, mucho menos los cazadores con sus armas y su muerte.
— Lo lamento mucho. No sabía que este pantano tuviera dueño, te ofrezco mis más sinceras disculpas. Y vinimos aquí, porque hayamos en sus cuerpos una planta que solo crece en estos lugares, solo echamos un vistazo, estábamos a punto de irnos.
— Tu no eres humana ¿Cierto? —sacó su lengua para oler el aire cerca de mí, sus ojos serpentinos me reparaban y su cola se enrollaba a mi alrededor como un recordatorio de la ventaja y facilidad que tendría si quisiese despedazarme— Hueles diferente y no veo el miedo reflejado en tus ojos como en el resto de los humanos. Eres una híbrida, eso está claro; lo curioso es, que no veo ninguna expresión de temor, tienes la muerte frente a ti y ni te inmutas, al menos no como el resto.
— He estado frente a la muerte en muchas ocasiones, la he sentido, la he visto, incluso estuve bajo su seno, pero al parecer ni siquiera para ella soy lo suficientemente digna. Así que ¿Por qué temerle?.
Escuché su risa serpentina en mi cabeza.
— Te conozco, niña, ya lo recordé. Tu eres la hija de Annette y Eleazar, nieta del gran brujo Deimos y del sanguinario Iván Harrison.
— Lo dices cómo si fuera lo mejor del mundo.
— Sinceramente, no me pondría en tu lugar— siseó en mi rostro— No tiene sentido devorarte si no huelo tu miedo. Me gusta ver como mis presas suplican y gritan de terror, ver la esperanza de poder escapar en sus ojos para luego arrebatárselas de un parpadeo— dijo con soberbia, girando su cuerpo a un costado, dándome paso— Puedes irte, pero la próxima vez, no tendrás tanta suerte, Danae Moore.
Dio media vuelta para adentrarse mucho más en el pantano, es una suerte que haya decidido irse. Me siento aliviada; será mejor que salga de aquí rápido, no vaya a ser que me encuentre con otra cosa en el camino.
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Entre Cadenas
WerewolfDe pequeña anhelaba... y deseaba poder escapar de este infierno y ser libre, soñaba con mi final feliz. Creía que después de tanto sufrimiento podría por fin descansar y encontrar la paz en los brazos de esa persona que me complementaria, solo que a...