De pequeña anhelaba... y deseaba poder escapar de este infierno y ser libre, soñaba con mi final feliz. Creía que después de tanto sufrimiento podría por fin descansar y encontrar la paz en los brazos de esa persona que me complementaria, solo que a...
— ¡Prima, qué sorpresa verte aquí!— bajó un poco la mira para ver a mi acompañante— Kira, pero que grande estás la última vez que te vi eras un poco más pequeña. Vengan, vamos a mi casa, deben estar exhaustas por el largo viaje.
Y estaba en lo correcto, el aquelarre está algo lejos del cuartel. Corrimos mucho para llegar hasta acá; si bien quiero descansar, lo mejor será que le pregunte a mi prima lo antes posible. No me gusta quedarme mucho tiempo en un lugar, digamos que soy un imán para los problemas.
— Prima, quiero hablar contigo sobre algo importante— se detuvo a mirarme por unos instantes para luego darse vuelta y seguir caminando.
— Por la pesadez de tu aura supongo que es delicado ¿Cierto?— yo asentí— Pasa por favor— abrió la puerta para que yo pudiera entrar, al hacerlo me recibió el guardián de Julieta. Un pequeño gato negro con ojos rojos, una fachada inofensiva para un demonio de su categoría.
— ¿Quieres tomar algo, quizás dormir un rato?— negué.
— Solo quiero que me ayudes a responder algunas preguntas.
— Claro— su familiar se sentó en sus piernas para también poder escuchar lo que yo tenía que decir.
— Todo empezó hace unas semanas, quizás tres o cuatro— expliqué— Matthew nos llamó a los chicos y a mí porque llegó un reporte sobre un wendigo cerca del pueblo. Unos críos fueron más allá del limite y atrajeron o al menos eso creo, a esa cosa. Comenzamos la búsqueda antes de que la situación se nos saliera de las manos, pero no encontramos rastro de él. Ni un solo indicio de su paradero. Al no encontrar nada decidimos acudir a Engla, pensamos que ella sabría cómo matarlo si lo encontrábamos.
Una estruendosa risa rompió el ambiente de seriedad que había creado— Discúlpame, es que no me trago ese cuento. ¿La mejor estudiante de la academia, no sabía cómo acabar con uno de esos seres?— se mofó de mí, su cara se descomponía de la risa en estos momentos, y tal vez, solo tal vez tenía razón. No le presté demasiada atención a esa lección y me servía de excusa para visitar a Engla, así que la aproveché.
— Ay, ya. No te burles— Julieta hizo un gran esfuerzo por dejar de reír.
— Lo siento, sigue.
— Fui al actual hogar de Engla y allá encontré a mi pareja destinada. Al verme, se ofendió porque era una humana, pero para mi sorpresa me llevó con el— me miró con gracia— ¿Qué? Yo no quería, me negué y aún así me arrastró a su manada. Unos días más tarde escuche una voz que se adentraba cada vez más al bosque y decidí seguirla, luego descubrí que esa voz pertenecía en realidad a un demonio que me ha estado siguiendo desde entonces y tampoco fue como si obtuviera mucha información de su parte.
— Debes ser la persona con más mala suerte que conozco— caminó hacía una de las habitación— Hace algunas semanas, sentimos una presencia oscura cerca de aquí. Su fuerza era indescriptible, los brujos más viejos dijeron que nunca habían sentido nada parecido desde que las antiguas desaparecieron de la tierra. Bricia quería hablar contigo sobre algo, se supone que iríamos en unos días, pero tuvimos complicaciones— volvió a reaparecer en el comedor de la sala— ¿Te quedaras?— sus ojos mostraban emociones que no lograba distinguir, al menos no todas, mi prima y yo siempre hemos sido muy unidas, pero desde que descubrí lo que soy y el poco control que tengo de mi misma solo me alejé.
— No sé, Julieta. No quiero causar problemas— dije la verdad, no fue mentira lo que dije antes "Soy un imán de problemas"— Además, no creo que obtengan respuestas mis preguntas.
Unió nuestras manos y suspiró.
— Lamento no haberte sido de ayuda, soy una bruja muy joven aún, me falta por conocer muchas cosas y no me llamaría personalmente una experta en el mundo de la brujería. Creo que de las dos, tú siempre fuiste la de más talento, mi abuelo te enseñó mucho— bromeó.
— No me gusta la brujería, me gusta más mi vida cómo cazadora. Así estoy bien. Lamagia solo me trae problemas, más de los que necesito.
Se detuvo la conversación en el momento en qué los ojos de Julieta se iluminaron, sus pupilas se ampliaron y parecía... perdida. Estaba viendo algo.
— Los lobos vienen— susurró aún en su trance— Te están buscando, Danae. Te buscan para hacerte volver a su manada. Bricia viene con ellos, pero aún ninguno sabe que estás aquí.
Fruncí el ceño, ¿Para qué me quiere de regreso? Me echo al igual que un perro. No volveré con él ni aunque me ruegue de rodillas, además ¿Qué hacen los chuchos esos con las brujas? Sus especies nunca han tenido buena convivencia.
— Me voy a la cama— sostuvo su cabeza, seguramente le dolía. Tuve que sostenerla, porque su cuerpo se tambaleaba a los lados, no quería que se golpeará con algo, o en su defecto, que rompiera algo.
— Ser bruja no es fácil.
Golpeó una de mis costillas, haciéndome reír y retorcerme a la vez a causa del golpecito.
— Oh, cállate. Qué tú eres mucho más débil que yo cuando de magia se trata— puse una mano en mi pecho, ofendida por lo antes dicho.
— No querida, yo no uso magia— me detuve a mirarla— Tú si.
Dejé a mi prima en su cama para que pudiera descansar un poco. Al salir de la habitación las palabras de mi prima volvió a mi cabeza. Así que los lobos vienen, sería muy conveniente irme antes de que detecten mi olor, pero no, si el lobito me quiere, pues me tendrá. Conocerá a la verdadera Danae, cuando se de cuenta de quién soy realmente me querrá lejos.
— ¿Nos iremos, Danae?— me preguntó Kira
— No, vamos a jugar un poco con el lobo— una pequeña sonrisa se formó en mis labios— Si quiere guerra, guerra tendrá.
— No estoy muy segura de esta decisión.
— Yo si, anda vamos— la incité a pararse— Quiero dormir un poco antes de que lleguen. Mientras no salga de la casa no podrán detectarme, quizás pueda reflexionar bien lo que voy a hacer de ahora en adelante durante mi pequeño descanso.
No sé como terminará esta idea loca que se me acaba de ocurrir, pero de que me las cobro, me las cobro. Mi papel de humana débil, frágil e indefensa seguirá en pie, después de todo, ¿No fue así cómo me llamó? Solo espero que el vinculo no vuelva a hacer de las suyas, me he esforzado mucho levantando mis barreras para que una tonta conexión las derrumbe con tanta facilidad, tampoco quiero perder el control por una provocación, lo intento, pero a veces es tan difícil retenerlo, con el sello tan frágil soy mucho mas volátil que antes y sinceramente no quiero lastimar a nadie. No por el momento.
...
Hola hola ¿Cómo están?
Aquí les traigo un nuevo capitulo de esta historia, no fue tan largo cómo hubiera querido, pero así quedo.
Pasarán muchas cosas a partir de ahora, Danae quiere ponérsela difícil a León. ¿Irina seguirá interponiéndose entre ellos?, ¿Lograran descubrir la causa de las desapariciones? ¿El lobo le pedirá perdón a nuestra pelirroja?. Esas son preguntan que poco a poco se irán respondiendo por si solas.
Sin más nada que decir, bye.
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