Danae
Mi plan era quedarme unos días más en el aquelarre, pero a cierto lobo no le agradó la idea, así que fuimos directo a su manada. Juro por los Dioses que estoy a nada de partirme el cuello o incluso de arrancarme los tímpanos con tal de no escuchar la chillona vocecita de la ardilla. Me tiene harta, es insoportable ¿Cómo la soporta León? es imposible, no cierra su boca y la tentación de cosérsela es cada vez más fuerte, le haría un bien al mundo.
— No te creas tan importante— la rubia empezó a lanzar su veneno sin disimulo alguno— Si León te buscó, fue porque te necesita, si no fuera así, no hubiera regresado por ti.
— ¿Oh, en serio?— puse mi mejor cara de sufrida— Me duele tanto saber eso. Yo pensé por un momento que se dio cuenta de que en realidad me amaba— dije con sarcasmo.
— ¿Eres siempre tan linda?— preguntó.
— ¿Eres siempre tan falsa o solo lo son tus pechos?— sonreí revoloteando mis pestañas con la sonrisa más cálida que me salió.
— Escúchame niña, cuando León deje de necesitarte, te desechará otra vez. No te creas mucho por llevar el titulo temporal de Luna suprema.
La voz de ardilla se fue después de sembrar su cizaña, zumbandosus caderas de un lado a otro, ojalá uno de sus tacones se parta y vaya directoal suelo. Yo por mi parte me quedé en la sala junto a Kira, la cual gruñía por lo bajo, alparecer no era la única que le tenía ganas a la rubia. Tendré que discutir algunos puntos de esta relación con León, y no es negociable.
Subí las tan conocidas escaleras, llegando al segundo piso y tuve la suerte de toparme con el lobo sin necesidad de buscar mucho. Fue imposible no mirarlo, por la Diosa, estaba buenísimo, lástima que sea un cretino.
— Tenemos que hablar— Declaré con la voz más seria que pude encontrar dentro de mí. Él solo me miró sin decir ninguna palabra en absoluto, con la cabeza me indicó que lo siguiera, y así lo hice. Caminamos por el pasillo hasta llegar a una puerta de madera oscura, pensé que no tendría ni la iniciativa de abrirme y dejarme pasar primero, pero se estaba volviendo costumbre hacerme tragar mis propias palabras
— ¿De qué quieres hablar?— preguntó sentándose detrás de su escritorio.
— No me parece correcto que me tengas a mi y a tu amante en la misma casa. Escucha, no te pediré que la corras, no soy tan hija de puta- al menos por ahora- Pero si tú quieres hacerlo...— sugerí.
Levanto su vista para verme— Mira, ella es solo una amiga ¿si?, y no puedo correrla. No sería correcto, además, no es mi estilo correr a los miembros de esta manada.
— Ah, no sería correcto decirle que se vaya— lo mire sin poder creer lo hipócrita que era al decirme eso— Pero si te pareció correcto echarme cómo un perro de tu vida, hasta me amenazaste de muerte, querido. ¿O ya lo olvidaste?.— le recordé molesta, ¿Cómo se atreve a decirme eso? Ni siquiera son de la misma especie.
— No discutiré contigo, Danae. Queremos llevarnos bien, no armar una guerra en esta casa— suspiró pasando por mi lado— Tengo algunos asuntos de los que ocuparme, mantente cerca.
Mantente cerca.
— ¡Ah!— solté un grito para descargar mi molestia. Charlar con ese perro no es fácil ¿Qué tiene en ese cerebro? ¿Aire?.
Baje las escaleras, podría salir, pero no quiero toparme con ningún lobo o loba de esta manada; no quiero que lleguen a mí, sus preguntas, porque ni yo tengo respuestas aún. En cuanto a lo de Irina, me tocara aguantarla, claro que, no se hasta cuando. No me haré responsable de los posibles daños que pueda sufrir.
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Entre Cadenas
WerewolfDe pequeña anhelaba... y deseaba poder escapar de este infierno y ser libre, soñaba con mi final feliz. Creía que después de tanto sufrimiento podría por fin descansar y encontrar la paz en los brazos de esa persona que me complementaria, solo que a...