Capitulo 7

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Danae

León me había dado hasta que la luna llena saliera, y ya era momento de irme con él. No quiero dejar a los chicos, ni a mi abuela con todos los problemas que hay aquí, pero di mi palabra, y un Moore siempre cumple lo que promete. Camino hacia las afueras del pueblo no muy convencida de hacer esto, no me despedí de nadie porque sería mucho más difícil... y no quería responder preguntan innecesarias. Son las 5:30 de la mañana aproximadamente, el bosque está en calma y el viento mece las hojas de los árboles con delicadeza, amo esta paz y tranquilidad, es tan apacible y relajante que me hacen querer desear que estos momentos sean eternos, sin nadie al rededor, sin problemas, sin trabajos que puedan matarme.

— ¿Terminaste de contemplar el cielo? —susurraron en mi oído, lo que me hizo pegar un pequeño salto en mi lugar, moviéndome unos cuantos centímetros de mi posición anterior— Es hora de irnos, humana.

— Ya lo sé— dije en un susurro lo suficientemente alto como para que él lo escuchara, ignorando el hecho de que el chucho me asustó.

— Veo que cumpliste con esta parte del trato— me jalo hacía su cálido cuerpo, buscando mi cuello para aspirar mi aroma— Me agrada. Vámonos de una vez de este lugar, no quiero tener cerca el olor de tantos humanos.

 Y ahí está el hombre que conocí hace unos días.

Caminamos hasta alejarnos del sendero que conducía a la civilización, León se adelantó unos cuantos metros para revisar que todo el perímetro estuviera en orden, cuando lo comprobó me hizo una señal con la mano para que lo siguiera y minutos después pude oír el espantoso sonido de sus huesos quebrarse, gruesos pelos empezaban a crecer y extenderse en todo su cuerpo, sus colmillos crecieron y su mirada se torno más profunda y bestial, al verlo mis ojos se abrieron de sobremanera, era el lobo de mis pesadillas... Todo el tiempo fue él, por eso mi abuela me aconsejo que no rechazara mi destino, casi podía unir todos los puntos: los consejos de mi abuela, la ida a la manada de Engla, el hecho de conocerlo, todo estaba relacionado.

Un gruñido me devolvió a la realidad de golpe, al parecer alguien es más impaciente de lo que creí.

— ¿Y qué se supone que quieres? ¿Qué me suba a tu lomo? Estás loco— dije con algo de temor, no pienso subirme en él. Nunca he estado encima de estos animales y en realidad no nos llevamos bien, ¿Quién me asegura que no me tirará?

El lobo me lanzó una mirada de advertencia que me heló la sangre, el mensaje era claro, tenía que subir. Solo los Dioses saben cuánto me estoy conteniendo para no mandarlo a volar de una patada, en serio.

— No me subiré, ya te lo dije.

El gran idiota empezó a caminar y por reflejo yo comencé a retroceder, osea literalmente es un animal de más de 2 metros y técnicamente según él, yo soy una humana inofensiva y frágil, tengo que seguir con mi papel. Volviendo al tema inicial, ya me tenía arrinconada a un árbol, su fría nariz subía y bajaba de mi cuello hasta mi pecho, al notar que me incomodaba se alejó unos cuantos pasos, pero su intensa mirada me transmitía tantas cosas, era como si intentará hablarme por medio de sus ojos. Derrotada, —y porque ya le había dado mi palabra de que irá a su manada— Acepté que me llevará, pero solo por esta vez.

— Está bien, me convenciste. Agáchate para que pueda subirme, estás demasiado grande— no le gustó que le ordenará, pero si íbamos a convivir los dos tenía que acostumbrarse. Puedo ser muy mandona si me lo propongo.

Tuve que agarrarme de lo primero que vi, osea, su pelaje. Pensé que sus pelos me pincharían, pero sucedió lo contrario, se sentía como si estuviera en una enorme almohada, su pelaje era suave y sedoso, su color negro era brillante y muy hermoso desde cerca, no sé si las cosas que me han ocurrido estos días empiezan a afectarme o algo, porque cuando me miró, sus ojos parecían estrellas. Nunca había visto unos ojos tan lindos.

Sin notarlo llegamos a la manada, estaba tan sumergida en mis pensamientos que ni siquiera me di cuenta que nos detuvimos, rápidamente e incómoda por las miradas de la multitud que se aglomeraba alrededor de nosotros, me bajé de León, aunque estoy 100% segura de que ese no es el nombre del lobo que me trajo. El mencionado, fue apartando a la gente a medida que pasaba, mirándolos con superioridad, yo le seguí, no quería ser tragada por esa multitud.

Llegamos a una cabaña lo suficientemente grande para que viva una familia de varias personas. Me quedé boquiabierta al ver al espécimen que tenía al frente y me atrevo a decir que casi babeo como retrasada, el lobo había vuelto a su forma humana, obviamente estaba como Dios lo trajo al mundo.

Por la Diosa, que envidia. Tiene más culo que yo.

— Oye, no deberías caminar desnudo por ahí— le reclamé. El volteó a mirarme apenas abrí la boca con una sonrisa socarrona.

Por Dios, Danae ¿Te cuesta tanto mantener tus pensamientos solo para ti?

— Tranquila, humana— podía sentir su aliento en mi cuello— Soy todo tuyo, al igual que tú eres mía— exclamó con burla. El muy desgraciado rozó sus colmillos en mi hombro a propósito, causando un escalofrío por toda mi columna vertebral

— Pero que dices, idiota. Yo no soy de nadie, mucho menos tuya.

Un día me terminará asesinando o quien sabe, tal vez sea yo quien lo haga primero. Sus ojos cambiaron sorprendentemente rápido, ahora eran de un rojo intenso y vibrante.

— Eres mía, quieras o no. No pienso discutir contigo, me importa muy poco lo que pienses, así que, entra a la casa de una vez o te llevaré a rastras— podría protestar, me muero por protestar, quiero protestar, pero si lo hago me irá mal, lo sé.

— No tienes que ser tan brusco, sabes— después de decir eso comencé a caminar, pero me detuve. Si mi abuela viera esto, me daría un jalón de orejas, se supone que tengo que dejar que él me guíe, es su casa a fin de cuentas—  Tu primero— me miró raro— ¿Qué? Es tu casa, así que me guías tú.

— Si querías mirar mi trasero, podías decirlo— susurró en mi oído antes de pasar a mi lado— No busques escusas, soy irresistible. Estoy consciente de eso, bonita.

Vaya, ya dejamos lo de humana, ese es un pequeño avance. Estos serán los meses más largos de mi vida seguramente, lo puedo sentir.

...

Hi!

Una disculpa por no actualizar, no había tenido tiempo, pero ahora tendré tiempo de sobra para hacerlo.

Así que si pensaban que no actualizaría nuevamente, les confirmo que si lo haré, a mi ritmo, pero lo haré. También se que la historia tiene errores, pero los iré corrigiendo poco a poco.

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Sin mas nada que decir, bye

Sin mas nada que decir, bye

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