Capitulo 37

5.8K 415 20
                                    

Danae

Todo estaba bien, todo estaba malditamente bien, pero no. Tuvo que llegar mi adorada familia a arruinarlo como siempre ¿Qué les he hecho? ¿Cuál es la deuda que les estoy pagando? Todo estaba yendo excelente; León, nuestra relación, mi vida... incluso pensé qué... Eso ya ni siquiera importa.

— Deja de golpearte con la pared, pelirroja— clavé mi puño con fuerza en la dura y mugrienta pared de piedra. Ella era la persona menos indicada para estar aquí— He escuchado que los golpes fuertes pueden causar lesiones en los cerebros de los humanos.

— ¡¿Qué haces tu aquí?!— mi voz salió ronca y quebradiza por la falta de agua— Pensé que aprovecharías tus dotes de arpía y saldría directo a las faldas de León.

La falsa sonrisa que le regalé fue tan amarga como el sentimiento destructor que crearon mis palabras en mí.

— Oh, linda, León es bueno para quitar las ganas... aunque, disfruto más verte tan dolida como lo estás ahora— se acercó a los gruesos barrotes de acero que nos separaban— Fuiste lo suficientemente estúpida para quedarte. ¿Qué pensabas? ¿Qué el lobo impertinente te creería? Eres la descendiente de los que mataron a su familia. Fuiste demasiado ingenua, niña. Estar rodeado de criaturas inferiores te está volviendo algo lenta.

Apreté tan fuerte mis dientes que temí por un momento el que se rompieran, mis uñas rasgaron la piel de mis palmas, liberando el olor de las pequeñas gotas de sangre— Todo esto fue idea tuya, ¿verdad?— alcé mi vista para verla, sus ojos me revelaban que sí. Había sido ella— Claro que sí. Debí advertirle de tí a León cuando tuve la oportunidad.

— No te habría creído. El lobo me conoce desde hace más de un siglo— dijo con completa seguridad— Es muy hermoso ese collar que cuelga en tu cuello— achique mis ojos ante sus palabras. En el poco tiempo que he convivido con Irina, aprendí que puede ser más venenosa que una serpiente— ¿Cuánto crees que tarde tu compañero en arrancarlo de tu cuello? Escuche que piensa dejarte aquí encerrada. Solo servirás para dar a luz a sus hijos, porque para complacerlo, estaré yo. Drenare cada gota de su energía vital hasta debilitarlo, y cuando ya no sirva para nada, lo matare. ¿Qué te parece la idea?.

Por impulso me puse de pie y en un parpadeo ya estaba frente a ella, traté de tomarla del cuello o de cualquier parte de su cuerpo que estuviese a mi alcance, pero cuando mis manos rozaron el metal, la aparté siseando. Sellando mis labios para no soltar ninguna queja ante el dolor.

— ¿Quieres matarme, Danae? ¿Quieres hacerme pagar? ¿Sientes irá? ¿Odio? ¿Dolor? ¿Tristeza?— preguntaba con sus ojos inyectados con una oscuridad tan densa que incluso yo podía sentirla— Solo tienes que dejarlas salir, deja que tus emociones te guíen. Muéstrame lo que estás destinada a ser, muéstrame a esa verdadera Danae, aquella que tuvo el valor de quemar a un pueblo entero, aquella que libero su rabia con la vida de inocentes, aquella que tomó sus vidas como pago por tu dolor. Muéstrate a estás criaturas como la mujer poderosa que eres, impón tu voluntad de extremo a extremo, has que todos conozcan tu nombre. El nombre de la mujer que guiará este mundo a una nueva era en donde las brujas y criaturas de la oscuridad tendrán control total sobre todo ser viviente, usándolos como lo que son. Simples marionetas que esperan ser manejados por su dueño.

— ¡Cállate! Cierra la boca— tapé mis oídos, su voz era como anestesia, adormecía mis sentidos, me estaba debilitando, estaba dejándome guiar por sus palabras. No debía hacer eso, no podía dejarme llevar por aquello que decía.

— ¿Por qué?— una bruma oscura me rodeó— ¿Lo sientes? ¿Puedes sentirlo en lo más profundo de tí? ¿Aquello a lo que le tienes tanto miedo?— susurró cerca de mi oído. Temblé cuando sus manos heladas tomaron mis muñecas, sus garras lastimando mi piel y un aliento congelado golpeaba en mi nuca, erizándome por completo— No puedes ocultar tu verdadera naturaleza, ni puedes negar eternamente lo que eres, Danae Harrison.

Entre CadenasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora