Danae
Todos estábamos a la espera de que llegará la noche y cuando los últimos rayos de luz desaparecieron en el cielo todos nos miramos expectantes y nerviosos por lo que haríamos a continuación.
— Quiero que hagan todos un círculo alrededor de mí— Ordené, tirándome al suelo y clavando mis rodillas en la tierra. Con mi dedo dibujé los símbolos que mi abuelo me enseñó para ocasiones como esta.
Alcé la mirada al sentir la energía descontrolada de otra bruja cerca de mí. Era Engla, ella venía corriendo a mi dirección— Danae, no lo hagas por favor— sus ojos buscaban los míos y sus manos acunaron mi rostro.
— Tengo que hacerlo.
— ¡No!— gritó impotente— Sabes lo peligroso que es. La última vez que estuvimos allí casi no conseguimos salir, casi nos matan esas cosas— Sus ojos temblaban de miedo y su voz se quedaba atascada en su garganta— No permitiré que vayas en ese estado, no quiero perder a la única hermana real que he tenido.
— Engla— pronuncié su nombre con lentitud, mirándola con una sonrisa que esperaba que le transmitiera paz— No puedo pedirte que vayas si no quieres, pero si te prometo que volveré con todos sanos y salvos.
Negó frenéticamente y una lágrima traicionera se deslizó por su mejilla. Tenías que importarle mucho para ver a la bruja oscura llorar.
— No quiero promesas vacías. Ambas sabemos que estando allá abajo no sabemos que puede pasar— clavó su mirada en el suelo y luego volvió a concentrarse en mí, su labio inferior temblaba al igual que sus manos— Yo iré.
Sus palabras me descolocaron. No voy a arrastrarla a esto.
— No.
— No te dejaré sola en esto. No seré una cobarde que abandona a la única persona que nunca me dio la espalda— no titubeó, no dudo. Esto iba en serio.
— Si te pasa algo no podría soportar una carga más— coloqué mis manos en sus hombros para que entrara en razón— Suficientes perdidas he tenido para añadir una más a la lista.
— Yo podría decir lo mismo sabes— dijo con ímpetu, levantándose y uniéndose a los demás en el círculo— Hazlo.
— Eres una maldita testaruda— murmuré mientras terminada de dibujar en el suelo— Antes de ir, debo advertir que el inframundo es un lugar peligroso y engañoso, separarse del grupo significa que no regresaran. Pueden estar en un lugar y con una pequeña distracción estar en otro completamente diferente, no miren o toquen nada, no traigan nada y manténganse mirando siempre al frente, nunca hacía atrás. Kira— la loba ladeó la cabeza, esperando indicaciones— Tu estarás atrás, te encargarás de que nadie se desvíe— ella se limitó a sentir— Engla, quiero que estés a mi lado en todo momento y Julieta, no quiero que te separes de Matthew, por favor.
Ya era hora.
Pegué mis rodillas y manos al suelo, inclinando mi cabeza en señal de respeto— Yo, Danae Harrison Moore, hija de Eleazar Harrison y Annette Moore y nieta del gran mago oscuro Deimos, acudo a la oscuridad que tanto he rechazado y que hoy acepto para abrir la puerta que separa al mundo terrenal del espiritual y con la protección de la Triple Diosa, Hécate, madre y guía de todas las brujas espero poder destruir a mi enemigas con éxito y sin perecer en el intento— el viento golpeaba con violencia en mi rostro, y susurros distorsionados inundaban mis oídos— Draven, guardián de la puerta y hombre de mil eras, te invoco en esta hora y en este lugar para que nos permitas cruzar y me ayudes como ya lo has hecho en el pasado.
Un trueno golpeó con fuerza, quemando y derribando un arbol que estaba a unos cuantos metros de nosotros, me levanté cuando la tierra se convirtió en un fango sumamente apestoso y del fondo empezaba a surgir una sombra con miles de cuervos a su alrededor. En un principio era una mancha negra alta y fornida que en tan solo segundos empezó a tomar forma de un hombre.
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Entre Cadenas
Manusia SerigalaDe pequeña anhelaba... y deseaba poder escapar de este infierno y ser libre, soñaba con mi final feliz. Creía que después de tanto sufrimiento podría por fin descansar y encontrar la paz en los brazos de esa persona que me complementaria, solo que a...