Capítulo 14

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Decidimos quedarnos a pasar la noche en el hospital a pesar la insistencia de Michael para que nos fuéramos. Dejar sola a Alisson en el hospital no era una opción.

Michael había hablado con los medios de la situación de Alisson, explicando que se trataba todo de una intoxicación por un alimento en mal estado, y que a pesar de que no se sucitaba en  nada grave, se debía quedar un día más en el hospital para evaluar su condición . Al parecer los medios habían terminado creyendo la historia porque en las redes sociales los seguidores manifestaban lo apenados que estaban con la situación de Alisson y que ojalá se recuperara pronto.

No puede evitar pensar, que hace unos meses yo podría haber estado así. Leyendo las noticias de sus vidas sin tener la mínima idea de lo que pasaba realmente. ¿Cómo era posible que las redes difirieran tanto de la realidad? ¿Sería únicamente con las noticias o era con todo? ¿Cada cosa que opinaban y decían? ¿Era también falso?

¿Mi vida también se convertiría en puras mentiras? En realidad, ya lo era. Empezando porque nadie sabía en qué términos había salido de casa, ni la relación que mantenía con mis padres. Nadie sabía realmente lo que era.

Todo lo que ocultaba debajo de esa cara de niña indefensa y nerviosa, yo también era una mentira. 

Observé a los chicos recostados sobre los sillones ,bastante dormidos y cansado. Mi mirada se quedó pegada en Thomas, que estaba con la cabeza recostada sobre su brazo y mantenía una respiración muy tranquilla.

Me había despertado ya hace 30 minutos y no había vuelto a dormir. Decidí invertir mi tiempo revisando las redes sociales, por supuesto no subí nada. La última publicación había sido al inicio de la fiesta, con todas las chicas.

Miré la cantidad de seguidores que tenía en mi perfil por segunda vez en el día. No eran ni la quinta parte de personas que había conocido en mi vida y aun así decían que me amaban. Pero, ¿Cómo podían amarme tan fácilmente? ¿Cómo eran capaces de encontrar algo lo suficiente valioso dentro de mí?

Intentando ignorar mis propios pensamientos y decidí ir por comida. Ya estaba amaneciendo y los chicos aún seguían durmiendo. Una vez que me puse de pie y comencé a caminar hacia la puerta, escuché una voz detrás de mí.

—Cristel,¿A dónde vas? —preguntó Thomas.

Volteé hacia él y sonreí. Tenía el pelo desordenado y el rostro con marcas de haber estado recostado sobre su chaqueta. Sin embargo, ni su pelo despeinado,ni las ojeras en sus ojos, podían opacar la belleza que poseía.

—Voy a por comida, ¿Quieres venir? —pregunté en un impulso.

Me gustaba mucho su compañía como para no permitirme estar un rato conversando con él.

—Sí —contestó parándose y tomando su chaqueta—. Vamos.

Una vez fuera de la habitación, el hospital me parecía mucho más confuso que la noche anterior. Y como Thomas tampoco parecía conocerlo a la perfección, decidimos preguntarle a una de las enfermeras.

—Disculpe, ¿Sabe dónde está la cafetería? —preguntó Thomas a una enfermera.

—Eh... —titubeó— .Está dos plantas abajo, a la derecha.

—Gracias —contestó mientras me jalaba consigo.

La enfermera siguió mirándonos sorprendida hasta que desaparecimos.

—Pareció reconocernos —comenté hacia Thomas en el ascensor.

—También lo noté —respondió—. Por suerte aún es temprano para que haya muchas personas.

El amargo de los sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora