Capítulo 16

352 40 5
                                    

—¿Qué? 

—Como lo escuchas Cristel, tus compañeros te están acusando de Bullying y maltrato.

—¿Me están acusando a mí?

—Regresa a la casa, tenemos que hablar —contestó y colgó al instante.

Observé brevemente mi teléfono y la llamada cortada, traté de darle sentido a las palabras de Michael sin mucho éxito.

—¿Qué pasó? —preguntó Thomas. 

Su tono sonaba bastante preocupado.

—¿Era Michael? —preguntó nuevamente.

Seguí sin responder, en cambio, abrí mi teléfono para buscar la noticia en internet. Tan pronto como puse mi nombre salieron miles de páginas con la noticia de portada:

"Cristel Saenz, famosa tik toker, acusada de violentar a compañeros de clase"

"Tik toker famosa es acusada de maltratar a sus compañeros de clase"

"Acusan a tik toker de maltratadora"

¿Cómo era posible algo como esto?  

Viendo Thomas que yo no contestaba, decidió estacionarse para poder hablar con mayor facilidad conmigo.

Yo seguía leyendo la noticia, y notaba como habían explicado a detalle la serie de "maltratos que yo les había ocasionado"

«Se burlaba de muchos de nosotros, nos llamaba idiotas»

«Solía pegarle a su hermano y a mí me golpeó dos veces»

«No tenía respeto por nada, ni siquiera quería acabar la escuela»

«Lo único que quería era grabar videos, se cogía el dinero de la comida para salir a divertirse»

«Un día golpeó tan fuertemente a un compañero, que tuvimos que llevarlo de emergencia»

Esto era... Inconcebible.

—Hey —dijo Thomas de manera delicada tomándome del hombro—. ¿Qué sucede?

Le alcancé el celular.

Estuvo unos segundos leyendo las noticias, vi como su expresión cambiaba progresivamente a una de completo desconcierto.

—Nada de eso es cierto —contesté con nerviosismo—. Nada de esto lo es.

—Hey —repitió mirándome con calma—. Yo te creo Cristel, yo creo en ti.

—Michael me va a matar —respondí—. Me va a matar.

—No. Michael entenderá que esto no es tu culpa, que nada de esto lo es.

—Pero... —dije aún nerviosa.

—Cris —dijo tomándome de los hombros otra vez—. No dejaré que Michael te trate mal. Es más—volvió a decir tomando mi mano—. No permitiré que nunca te haga daño. No si tengo la oportunidad de evitarlo.

—Es mi responsabilidad Thomas, son mis asuntos.

—Déjame ayudarte Cristel —contestó—. Déjame protegerte.

Lo miré largos segundos dubitativa, no quería envolverlo en nada, ni que por mi culpa tuviera problemas. Sin embargo, el verlo pedirme algo como eso, con la mirada tan decisida, fue suficiente para terminar de convencerme.

—Está bien.

—Bien —contestó  desordenándome  el cabello para volver su concentración al timón del carro. —. Vamos a casa a enfrentar lo que tenga que decirnos.

El amargo de los sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora