Capítulo 4

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¿Alguna vez te ha pasado que todo lo que estás viviendo se siente demasiado irreal como para considerarlo verídico? ¿Cómo si las cosas que te estuvieran sucediendo a tu alrededor rayaran en el límite de lo imposible? En algo en lo que pareces estar más dormido que despierto.

Me sentía de esa misma manera. Y no encontraba forma lógica de darle explicación.

Sin palabras. A mi lado el celular no dejaba de sonar con cientos de notificaciones de personas que me pedían que colaborará con ellas, que me comenzaban a seguir, que comentaban el video, que le daban me gusta.

¿Acaso tenía que responderles algo? ¿Al menos empezar con un gracias no?

«Gracias por todo su apoyo», comenté nerviosamente.

Al instante la gente comenzó a darle me gusta instantáneamente y responder:

«Sube más videos» «Soy tu fan» «Eres mi nuevo idola»

Suspiré nerviosamente, decidida a grabar un nuevo video. 

Acomodé mi celular para comenzar a grabarme. Mi mente estaba en blanco. ¿Qué canción podía grabar? ¿Y si grababa un video y esta vez no les gustaba? ¿Si los decepcionaba? ¿Si terminaban rechazándome?

—Una cosa por vez —susurré mientras ponía el conteo para grabarme—. Una cosa por vez..

Decidí esta vez cantar un parte de la canción de Sia: The greatest.

Lo subí con los dedos temblando. ¿Tenía que esperar a que se viralice? ¿O sería mejor idea que no insistiera?

Decidí escribirle a mis amigas con intención de distraerme, pero cuando entré a whatsasp quedé impactada. Tenía cientos de mensajes suyos. Así como de gente de mi aula que solía molestarme o ignorarme en la escuela.

«Cristel eres tú????»

«¿Cristel viste tus redes sociales? »

«Estas en tendenciaaaa!!!!»

«¿Por qué no me dijiste que te habías creado una cuenta?» Decía Camila

«Cristeeeeeeeeeeeel, llamaméee» Decía el mensaje de Natalia.

Llamé al instante a las dos, al principio solo me contestó Natalia.

—¿Es cierto? —pregunté—. ¿Lo que está sucediendo es cierto? ¿No estoy soñando?

—No —respondió—. ¡Es real!— gritó, para luego reírse con fuerza—. Yo sabía— volvió a decir—. Yo sabía que tu voz era como de los ángeles y el día que alguien más te escuchara iban a quedar deslumbrados por tí.

—Aún no lo creo.

—Creélo Cristel, eres así de talentosa —respondió con seguridad—. ¡Dios Cristel! Tu mundo acaba de cambiar.

—¿No estarémos precipitándonos?

—No, estuve averiguando acerca de lo que dijo Camila. Y tenía razon en todo, una vez que consigues el hype...

—¿El qué?

—¡El hype! No se como explicarlo, pero es como el estar en tendencia. Una vez que lo logras, te vas a la cima. He escuchado el caso de una chica que llegó a los 70 millones en una semana, su vida cambió por completo, ¡Eso sucederá contigo! —gritó emocionada—. ¡Muero por ver como triunfas!

—Hola chicas —habló Camila, quien recién se había unido a la llamada—. ¿Es cierto entonces Cristel?

—Sí...

—Pensé que no estabas interesada en  subir nada a esa aplicación.

—Fue una cosa del momento —susurré.

El amargo de los sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora