¿Y si todo lo que estuviera sucediendo fuera enteramente mi culpa?
Tal vez estaba siendo muy injusta con Camila, y Natalia tuviera razón. Tal vez sí estaba cambiando. ¿Pero como podría haber cambiado y ni siquiera ser consciente? Todo lo que podía recordar eran situaciones fuera de mis límites con las que había tenido que aprender a lidiar. Eso no me hacía una persona diferente. ¿Y si realmente lo hiciera? ¿Si cada situación estuvieran impactando directamente en mi personalidad y emociones? Si con cada mala experiencia una parte de mí fuera drenada, ¿Entonces quedaría algo al final?
Había intentado volver a hablar con Natalia, aclarar las cosas y mis sentimientos. No quería que creara un mal concepto de mí o de mis actitudes, quería que recordara quien era. Sin embargo, ella ya no contestaba ninguna de mis llamadas ni mensajes.
En medio de mi frustración, la puerta de mi cuarto recibió un par de golpes.
—Soy yo, Alisson —comentó la voz desde afuera.
Suspiré y caminé hacia la puerta. No estaba con ganas de hablar con nadie, pero tampoco quería que Alisson se lo tomara a mal y se enoja conmigo también.
—Alisson —dije haciéndola ingresar—. ¿Qué sucede?
—¿Te acuerdas de la fiesta que te comenté?
—¿La fiesta por el cumpleaños de Jake? —respondí. Tratando de recordar información adicional de lo que se supone me había comentado.
—Sí. La haremos mañana —contestó. Ajena a mi incertidumbre, se sentó sobre mi cama—. Se supone que lo haríamos en una semana, pero tiene una grabación musical el próximo sábado. Lo adelantamos para mañana.
—¿Para mañana? —comenté—. ¿No es muy pronto?
—Es el único día en el que todos pueden. Igual, hemos logrado la gran mayoría de cosas para mañana y mientras terminamos las que faltan, los chicos lo distraerán hasta la tarde.
—¿Necesitas mi ayuda?
—Si me ayudas a decorar la casa sería maravilloso, pensaba contratar a alguien, pero ninguno puede para mañana.
—Con gusto.
Alisson se paró de mi cama y caminó hacia la puerta.
—Nos vemos mañana —respondió con una sonrisa y salió de la habitación.
Me acosté en mi cama, sin muchos ánimos, intentando que el sueño viniera a mí. Lo cual no surtió efecto hasta media hora después.
Cuando me desperté la mañana siguiente, tenía mejor ánimo que la noche anterior, así que me dispuse a darme un baño de agua fría para poder despertarme por completo. Luego procedí a depilarme, hacerme un exfoliante y ponerme mucho perfume. Tal vez en esta ocasión podría ser mi cuerpo el que logré cubrir a mi mente. Con una buena apariencia elaborada, hasta lo falso podría pasar por verdadero.
Recibí un mensaje de Michael diciéndome que quería hablar conmigo sobre mis redes sociales. Suspiré y respondí que mañana hablaríamos. Sabía exactamente lo que haría, me regañaría, me advertiría y luego me obligaría activarla. Si tenía que pasar por eso, que sea mañana.
Bajé al comedor donde ya se encontraba la mayoría de chicos.
—Buenos días —saludé mientras me sentaba.
Todos tenían un rostro cansado, como si no hubieran dormido bien anoche. Comían casi en silencio, y hablaba solo lo necesario.
Podía ver como Alisson movía su pierna ansiosa, esperando que Jake y los chicos se fueran para comenzar a trabajar en el plan. Alisson miraba a Josh inquisitivamente. Él no parecía ajeno a sus insistencias, pero aun así mantenía sus ojos llenos de calma, escuchando todas las prometedoras canciones que Jake iba a sacar.
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El amargo de los sueños
General FictionCristel siempre había soñado con la idea de escapar de casa. Había soñado con volverse una cantante exitosa y reconocida. Había soñado con conocer a alguien que la amara tal cual era. Cristel siempre había soñado. Y cuando gracias Tik Tok, logra vol...