Cap. 4, parte a: El día en que los engranajes se movieron

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El mismo día en que Roy y Alessio se juntaron para hablar de lo que estaba ocurriendo dentro de la corporación Olympus y de la misión de Roy para con la familia Fukugawa, en las mismas montañas en las que Alessio tenía su caravana escondida, en una pequeña cabaña oculta en la mitad de la montaña estaba Delta, leyendo el periódico de aquel día mientras se fumaba un cigarrillo.

-Esta última semana no han dejado de hablar de lo que Theta ha hecho. Ella también ha fallado, ¿eh?

Mientras Delta estaba entretenido leyendo y fumando, unos fuertes golpes en la puerta de la cabaña le hicieron saltar de la silla en la que estaba sentado, provocando que el cigarrillo se le cayera sobre la camiseta que llevaba puesta y que estuviera a punto de prenderse fuego.

Dando golpes donde el cigarrillo se le había caído en la camiseta, Delta pisó un par de veces el cigarro contra el suelo para apagarlo. El periódico se le había caído sobre la mesa que tenía en la cabaña. Enfadado por la forma en que tenía de llamar, quién quiera que fuera que estuviera fuera de la cabaña, Delta se dirigió a abrir la puerta de la cabaña.

- ¿Quién es el idiota...?

Sin tiempo a terminar su frase, Delta se encontró con un puñetazo en mitad de su cara que le hizo caer de espaldas. Por suerte su nariz no se rompió ni sangró, tal y como pudo comprobar Delta al llevarse las manos a la cara tras aterrizar en el suelo.

-Tú, maldito mecánico.

Delta se incorporó y miró a la persona que le había dado el puñetazo y que todavía se encontraba en la puerta de la cabaña.

- ¡¿Theta?!

Theta entró en la cabaña con paso firme y haciendo que los tacones de las botas que llevaba sonasen con fuerza contra el suelo de madera de la cabaña. Sin decir nada, Theta se sentó en la misma silla en la que Delta había estado sentado hasta hacía unos segundos. Allí sentada, Theta se quitó las gafas de sol y miró directamente a Delta con sus ojos color miel.

- ¿Por qué le dijiste a Omega la razón de por qué no hago misiones de campo como todo el mundo?

- ¿Eh? ¿El puñetazo ha sido por esa razón? -Delta se levantó del suelo tras escuchar las palabras de Theta. -Era una pregunta normal para alguien nuevo en lo Guerreros del Olimpo. Yo simplemente la contesté.

- ¡Pues gracias a ti, Omega sabe el punto débil de mi módulo!

- ¿Qué quieres decir?

Theta se levantó la blusa que llevaba puesta lo suficiente para mostrarle a Delta el vendaje que llevaba alrededor del vientre. Tras unos segundos, Theta volvió a colocarse la blusa en su sitio.

-Omega usó mi propio veneno en mi contra al tocar mi piel con sus manos llenas de veneno.

-Culpa tuya por llevar un módulo que deja al aire una parte de tu cuerpo. Eres la única que tiene un módulo que hace eso. Te lo dije hace tiempo, puedo cambiarlo para que te proteja todo el cuerpo.

-Ya es demasiado tarde para eso.

-Como quieras, pero eso no te da el derecho de golpearme. -dijo Delta, agachándose para recoger el cigarro que se le había caído antes.

-Veo que sigues fumando.

-No voy a entrar en ese tema ahora, Theta. Si sólo has venido para quejarte de que le diera un par de detalles a un antiguo compañero sobre tu módulo, te pido que te vayas.

Delta tiró los restos del cigarro al cubo de la basura después de rociarle agua bajo el grifo de la cocina para asegurarse de que estuviera bien apagado.

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