Cap.1, parte c: Un mundo sin energía

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-Id a esconderos dentro de la mansión. Este tipo no os podrá alcanzar allí. Rápido. -les dijo Omega a Kazue y a las doncellas por encima de su hombro.

-Pero íbamos a buscar a un invitado que ha quedado atrapado en los escombros del almacén que se ha derrumbado. -dijo Kazue.

-No tenéis que preocuparos por eso, ya está a salvo. Le ayudé a salir de debajo de esos escombros. Ahora volved dentro de la mansión.

Omega no dijo nada más antes de volver a mirar a Delta, quien mandó dos de sus esferas metálicas contra él. Para dar unos segundos a Kazue y a sus doncellas mientras corrían hacia la mansión, Omega se quedó quieto y recibió los dos golpes de las esferas.

Cuando Kazue y las doncellas estuvieron a salvo dentro de la mansión, Omega dio comienzo a su contraataque.

Las dos esferas metálicas que habían golpeado a Omega se volvieron a lanzar en picado sobre él. Antes de que le pudiesen golpear, dio un salto hacia delante y apoyándose momentáneamente en el pilar de la valla, Omega se impulsó hacia Delta con su puño derecho preparado para golpearle. Justamente antes de que Omega alcanzase a Delta, una tercera esfera le golpeó en su costado izquierdo, lanzándole contra el césped del jardín de la mansión.

Omega rodó un par de metros por el suelo del jardín antes de recuperarse del golpe. Se estaba sujetando el costado izquierdo, donde la esfera le había golpeado.

-Es imposible que llegues a ponerme la mano encima y menos con un ataque frontal. Mis pequeños drones me otorgan una defensa de trescientos sesenta grados, además de un ataque perfecto.

-Algo escuché cuando estaba en con la compañía Olympus... acerca de que un viejo mecánico había llegado a ser uno de los Guerreros del Olimpo. Ese es tu mote, ¿no?

-Pues sí. En la compañía me conocen como "Mecánico". Pero no soy solo yo. Todos los Guerreros del Olimpo tenemos apodos. Tú fuiste conocido como "Paladín", si la memoria no me falla.

-No me esperaba que fuera famoso. Salvas unas cuantas vidas... o lo intentas... y ya estás en boca de todos.

Omega dejó que una triste sonrisa se le dibujase en los labios tras su casco. Delta aprovechó ese instante para lanzar uno de sus drones contra Omega. Sin llegar nunca a golpearle, el dron se detuvo cuando llegó al lado de Omega, soltando una descarga eléctrica que le recorrió el cuerpo de la cabeza a los pies. Aquella descarga le dejó paralizado en ese mismo lugar, después de que un grito proveniente del propio Omega se pudiera escuchar en todos los rincones de los terrenos de la mansión.

En el interior, Kazue, las doncellas y los mayordomos estaban observando lo que ocurría en los jardines desde las ventanas. Al escuchar el grito de Omega después de recibir la descarga del dron, algunas doncellas se taparon la boca para ahogar un grito y algunos de los mayordomos apartaron la mirada de aquella escena. Kazue, por el contrario, siguió mirando lo que estaba pasando.

En el exterior, Delta tenía a Omega sujeto por el cuello con una mano, mientras sus seis drones volaban alrededor de ellos dos.

-Es no ha sido una descarga muy potente y sin embargo, ese grito ha sido de lo mejor que he escuchado en mucho tiempo. Creo que el puesto de Guerrero del Olimpo te queda muy grande si algo como esa descarga te hace reaccionar de esa forma.

-Puede ser... -contestó Omega con la voz entrecortada por la electricidad que le recorría el cuerpo. -...pero... también tienes que reconocer... que mi actuación ha sido... perfecta...

Sin darle tiempo para reaccionar, Omega lanzó un puñetazo directo a la cara de Delta. La sorpresa y el golpe hicieron que Delta soltase a Omega y retrocediera unos pasos. Omega, por su parte, cayó al suelo de rodillas, todavía un poco aturdido por el ataque eléctrico.

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