Capítulo 12, episodio 1: informe

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Habían pasado un par de días desde que Beta y Gamma lucharon contra Alfa para liberarlo de su trance. En este tiempo, el presidente Adrian no había regresado de su viaje, así que los tres soldados que presenciaron el combate entre los tres Guerreros del Olimpo decidieron contactarle mediante una videollamada.

El lugar más seguro para hacer esa llamada era el propio despacho del presidente y en un cambio de guardia en que uno de ellos estaba vigilando la planta inferior, decidieron localizarle mediante los satélites de la corporación. Su búsqueda terminó cuando localizaron la señal de su móvil en Grecia, en un hotel de Atenas.

"Menuda sorpresa el recibir una llamada desde mi propio despacho" —dijo el presidente Adrian cuando el monito mostró su rostro.

Nada más verlo, los tres soldados le saludaron con la mano delante de la frente, tal y como hacían con los altos cargos de la corporación.

—Le pedimos disculpas por haber irrumpido de esta forma en su despacho, señor. Tenemos algo muy importante que comunicarle.

"Espero que sea algo realmente importante, recordad que estoy en un viaje de negocios. Hablad"

—Hace dos días fuimos testigos de una batalla entre los Guerreros del Olimpo Alfa, Beta y Gamma. Las causas no están claras, pero parece que luego hablaron de algo importante, señor —comenzó diciendo el soldado que presenció la batalla con los prismáticos.

—A su regreso a la base, Gamma nos dijo que descubrieron unos drones no identificados en su despacho —añadió el segundo soldado.

"Reconozco que es una historia interesante" —contestó el presidente antes de realizar un movimiento con un brazo como si detuviese a alguien de entrar en la imagen de la pantalla—. "¿Alguien más vio a uno de esos supuestos drones?"

—No, señor. Esos tres estaban peleando entre ellos sin duda alguna; y no parecía un entrenamiento, era una batalla real —dijo el tercer soldado.

"Esos tres tienen la orden de proteger mi despacho. Sus razones tendrían para hacer una cosa así. No veo el por qué tendría que sospechar de ellos"

—Pero señor, su comportamiento fue muy sospechoso: los tres salieron de las instalaciones para marcharse a pelear en la ladera de la montaña. Beta y Gamma iban contra Alfa —le recriminó el soldado de los prismáticos.

"Alfa es el Guerrero del Olimpo más poderoso que tenemos. En caso de que peleasen, no sería raro que Beta y Gamma tuvieran que unir fuerzas" —Adrian se acercó a la pantalla de forma amenazante—. "Espero que no estéis dudando de mis palabras"

—Por supuesto que no, señor.

"Me alegra escuchar eso y aunque os agradezco que me informaseis sobre lo ocurrido, no puedo pasar por alto que habéis entrado en mi despacho y usado mi línea privada sin mi permiso"

—Le volvemos a pedir disculpas sobre eso, señor, pero no podíamos esperar a que regresara de su viaje. No sabíamos qué podría suceder en su ausencia.

"Supongo que puedo perdonaros si me lo ponéis así"

—Muchas gracias, señor presidente.

Los soldados respiraron aliviados tras escuchar esas palabras. Sin que ninguno de ellos se diera cuenta, una sombra se les acercó por su espalda, sigilosa y sin delatar su presencia.

"Antes de que os vayáis, tengo una última orden para vosotros:..."

Los soldados notaron un diminuto pinchazo en sus nucas, como si un mosquito les hubiera picado. Al momento, los tres notaron como el despacho comenzó a dar vueltas a su alrededor hasta que no pudieron controlar sus acciones y pensamientos. Todo se volvió negro a su alrededor.

— "...desde ahora nunca dudaréis de una orden que os de un superior vuestro, estando en primera línea del próximo ataque a la mansión Fukugawa. Fuera de mi despacho"

Los tres soldados asintieron ante las palabras del presidente y después de saludarlo una vez más, con unos ojos carentes de vida, bajaron las escaleras como si fueran muñecos a los que habían dado cuerda para moverse.

En el despacho, la sombra que se había acercado a los soldados por la espalda ocupó su lugar delante del monitor.

"Así que Alfa y Beta se han librado de tu control. Espero que no vuelva a ocurrir, al igual que espero que no permitas otra vez que más indeseados entren en mi despacho"

Reforzaré las alarmas de su despacho.

"¿Cómo van las preparaciones para el ataque a la mansión Fukugawa?"

—El grupo de soldados designados está listo para salir. Cuando esos tres ocupen sus lugares se dará la orden de su partida hacia Japón, monsieur.

"Estaré de regreso para el día en que se realizará el ataque. Despliega un dron espía, quiero ver el espectáculo en directo"

—Lo tendré todo preparado para cuando llegue, monsieur Adrian.

La última escena antes de que el presidente Adrian cortase la llamada le mostraba con una sonrisa sádica en el rostro, seguro de una victoria más. Una imagen azul con las palabras "sin señal" le sustituyeron antes de que el monitor se apagase.

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