Capítulo 15, episodio 5: últimos detalles

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Con las partes de las instalaciones de la corporación que podrían dar más problemas bajo control, solo quedaba que Beta, Gamma y Alfa terminasen sus partes del plan.

Beta había llegado hasta la puerta de la sala de vigilancia auxiliar. Consciente de que no podía malgastar el agua que sus tanques tenían, decidió que sería una operación corta, apenas un par de minutos.

Al entrar en la sala, Beta vio a dos soldados delante de un panel con varias pantallas de cámaras de seguridad que iban alternando las imágenes que mostraban. Ambos soldados charlaban entre ellos, aunque interrumpieron su charla al escuchar la puerta abrirse y ver que Beta entraba.

—Señora Beta, que sorpresa verla aquí.

Beta no le contestó, fingiendo que aún seguía hipnotizada.

—Ya sabes que no te va a contestar. Recuerda los rumores.

«Así que hay rumores sobre lo que me pasaba», pensó Beta mientras se acercaba a los dos soldados.

—Cierto. En cualquier caso, la situación está tranquila, no hay ningún problema.

El soldado que había saludado a Beta se giró en su silla y fingió que trabajaba un poco. Su compañero le imitó.

—Me sorprende que no hayamos sufrido más ataques si tenemos que confiar en unos soldados como vosotros para la vigilancia —dijo Beta, rompiendo su silencio.

—¿Qué ha querido decir señora Beta?

El mismo soldado se giró en su silla una vez más. Para su sorpresa, un proyectil de agua le impactó entre los ojos, derribándole contra el panel y tirándole al suelo. Su compañero se giró y al ver lo que había ocurrido, se quedó mirando a Beta, quien tenía un brazo extendido con los dedos en forma de pistola hacia el soldado caído.

—¿Por qué ha hecho eso? —El segundo soldado desenfundó su pistola y apuntó a Beta con ella.

—Tal y como he dicho, tenemos suerte de no haber sufrido más ataques. Habéis descuidado vuestro deber.

El segundo soldado, al ver que Beta le apuntaba a él ahora con los dedos, disparó. La bala rebotó en la hombrera de Beta sin causarle daño alguno y entonces fue el turno de Beta. Otro proyectil de agua acertó en el mismo punto que al primer soldado, derribándole.

Con su trabajo hecho, Beta se pudo relajar y contactar con Pi.

—Pi, aquí Beta. Ya he tomado la sala de vigilancia auxiliar.

—¡Que rapidez! Tengo todo listo para iniciar el protocolo de ataque enemigo cuando me digas.

—Dame un par de minutos para preparar todo aquí.

¡Recibido!

Mientras Beta y Pi preparaban el protocolo, Theta, Rho y Delta se reunieron en la explanada delantera al edificio principal de la corporación.

—Imagino que todo ha ido según el plan, ¿no? —les dijo Delta nada más ver a sus dos compañeros.

—Todo asegurado por mi parte —contestó Rho.

—Los capitanes y barracones también están aislados. Cuando se active el protocolo no podrán hacernos nada.

—Tengo algo que podría sonar interesante: cuando bajé a la armería, me la encontré vacía. Apenas quedaban un par de armas y unas pocas balas.

—Que casualidad. Parece ser que ayer, el presidente, se llevó a todos los soldados activos de los barracones a algún lugar. Solo ha dejado a los reclutas y a los que están repitiendo la instrucción.

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