Cap.7, parte a: Infiltración

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La noticia y el vídeo de la batalla que se había desarrollado en la sede de la FALE contra la corporación Olympus, en la que participó Adel vistiendo el módulo Psi, se extendió por todo el mundo como la pólvora. En las redes sociales, en los canales de noticias, en los foros de internet, todo el mundo se estaba volviendo loco de la emoción por la derrota de la corporación a manos de uno de sus propios soldados.

Durante el tiempo en que esta noticia se extendía por todo el mundo, la corporación Olympus no hizo nada al respecto; siguió con sus actividades y conquistando territorios para extender su poder. Al mismo tiempo, la FALE se había lanzado a reconquistar la India, pero la fuerza de la corporación mantenía a raya a los soldados de la FALE en las fronteras del subcontinente indio.

En la ciudad de Shasuika, la normalidad no se había alejado mucho del día a día de sus habitantes. Estaba claro que la noticia del ataque de la corporación a la FALE les había pillado por sorpresa, pero una vez que se vio el resultado de la batalla todo había vuelto a la normalidad. Salvo para Roy y para Alessio. Ambos estaban reunidos en la vieja caravana hablando de lo que hacer a continuación, aprovechando la situación de la corporación.

—Entonces, ¿la FALE no necesita más protección? —preguntó Roy.

—Según me ha contado Adel, la corporación no ha vuelto a atacar la sede y él mismo está haciendo varias rondas nocturnas para asegurar la zona. Por el momento no necesita más ayuda.

— ¿Y atacar la corporación Olympus? Ahora mismo están debilitados por esta derrota. Todo el mundo se está dando cuenta de que no son invencibles.

—Piénsalo bien Roy. Aunque la imagen de la corporación se haya visto dañada por esta derrota, no ha cambiado nada. La derrota la propició Adel usando el módulo Psi. Puede ser que la gente se haya dado cuenta de que la corporación Olympus no es invencible, pero nadie ha movido ficha desde entonces, precisamente porque no poseen la tecnología de los módulos del Olimpo.

—Pero tú y yo podríamos ir a Europa y dar un buen golpe a la corporación. Adel está protegiendo a la FALE...

— ¿Y quién se quedaría a proteger la mansión Fukugawa?

—Para eso estaría el...

— ¿El topo? No es una opción realista. La función del topo es otorgarnos información sobre la corporación y avisarnos de sus movimientos. Si el topo protegiese la mansión Fukugawa, todo se vendría abajo.

—Tenemos la mejor oportunidad de dar un golpe crítico a la corporación y la vamos a malgastar.

—Estás muy emocionado por lo que ha hecho Adel, Roy. Pero más te vale mantener la calma. El momento de atacar a la corporación llegará, pero no es ahora. Por el momento será mejor que te vayas a casa y sigas con tu vida en la escuela.

—Tenemos cinco días libres esta semana.

—Menuda vida que lleváis los estudiantes. En cualquier caso, regresa a la mansión y no te metas en líos. No sabemos si la corporación atacará otra vez la ciudad de Shasuika.

—Desde que te llevaste a Delta y a Theta, no ha vuelto a haber ataques.

—Les dejé claro que no volviesen por aquí. Supongo que no querrán vérselas con nosotros en algún tiempo.

Tras la conversación con Alessio, Roy dejó su caravana la cual estaba situada en el aparcamiento de un hotel de montaña. El camino hasta la ciudad sería largo y Roy tendría tiempo para pensar en algunas cosas que tenía en la cabeza.

Durante el trayecto en tren, Roy estuvo mirando los vuelos hasta Europa. Debido a la situación que había en el viejo continente con la corporación Olympus, los vuelos hasta allí eran una cosa rara en estos días, pero siempre había algún vuelo. El precio que Roy encontró no resultaba demasiado caro y era un vuelo directo hasta Centroeuropa, lo que resultaba perfecto para la idea de Roy.

A pesar de que sabía que Alessio tenía razón y que si iba a la corporación Olympus dejaría la mansión Fukugawa desprotegida, Roy debía hacer algo ahora que la corporación estaba debilitada. Si esperaba demasiado, la corporación podría fortalecerse y llegar más lejos de lo nunca había llegado. En la pantalla del móvil de Roy, la página de los viajes en avión había conformado que la compra del billete de ida y vuelta a Centroeuropa se había completado con éxito.

Aquella misma noche, al llegar a la mansión Fukugawa, Roy aprovechó que Kazue se estaba dando un baño para preparar una bolsa con algunas cosas que iba a necesitar en el viaje con toda la tranquilidad del mundo. No iba a ser un viaje largo, unas doce horas en el vuelo de ida, doce en el de vuelta y un día entero para ir a la corporación Olympus. De los cinco días que tenían libres en la escuela, Roy necesitaría como mucho tres en el viaje, por lo que tendría dos para descansar.

Justo en el momento en que Roy terminaba de preparar su bolsa de viaje, alguien llamó a la puerta. Con una sobresalto inicial, Roy dejó su bolsa medio abierta, pero tras pensar rápidamente en la excusa perfecta, el chico fue a abrir la puerta de su habitación.

— ¿Sí?

Tras la puerta estaba Kazue, vistiendo su pijama, con el pelo un poco mojado tras su baño y con una toalla pequeña sobre los hombros.

—Las doncellas me han dicho que ya habías regresado de tu reunión con Alessio y quería saber si todo está bien.

—Sí, todo está bien. Alessio me ha confirmado que Adel está protegiendo la sede de la FALE y que por el momento la corporación Olympus no ha intentado ningún nuevo ataque.

—Me alegro. -contestó Kazue, asintiendo con la cabeza. En ese momento, vio por el rabillo del ojo la bolsa que Roy había preparado. - ¿Vas a alguna parte?

—Alessio va a pasar unos días en las montañas y me ha dicho que vaya con él a entrenar. Así que estaré fuera de la ciudad dos o tres días.

— ¿Y es seguro? Quiero decir, vais a dejar la ciudad sin protección y la corporación Olympus está ahí.

—Entiendo lo que quieres decir, pero si algo pasase nosotros lo sabríamos y en poco tiempo estaríamos aquí.

—Supongo que todo está bien en ese caso. -dijo Kazue, alejándose por el pasillo de la habitación de Roy, aunque no parecía demasiado convencida con la explicación de Roy.

Cuando Kazue se hubo alejado lo suficiente de la habitación, Roy cerró la puerta y se sentó en la cama para terminar de preparar la bolsa.

«Alessio, Kazue, siento las mentiras pero es hora de que la corporación Olympus reciba un golpe donde más duele», pensó Roy antes de cerrar su bolsa de viaje.

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