A la mañana siguiente Roy se despertó en uno de los sofás del salón, algo despistado por dónde se encontraba. Al incorporarse notó una punzada de dolor en la espalda por haber tenido que dormir allí.
—Por fin te has despertado.
Roy miró hacia la puerta de la cocina en donde Kazue estaba con una taza entre sus manos.
—Buenos días... ¿Qué hora es?
—Casi las nueve. El resto ya han salido hacia Europa. Los únicos que quedamos aquí somos Alessio, Adel, tú y yo.
—Dormir en este sofá es demoledor para la espalda.
Roy se levantó y realizó unos estiramientos para ver si el dolor se iba.
—Si tan malo es, anoche debió de costarte quedarte dormido.
Al oír eso, Roy recordó su conversación con Leo y una sonrisa se le dibujó en la cara.
—Sí que me costó quedarme dormido por darle vueltas a lo que vamos a hacer, pero no recuerdo el momento en que cedí al cansancio.
—¿Y esa sonrisa? —le preguntó Kazue cuando pasó por su lado al ir a la cocina.
—No sé de que me hablas. Tal vez estés imaginando cosas.
—Lo que tú digas. Alessio me dijo que él y Adel nos esperaban para regresar a Shasuika. Vamos a ir a conocer a la usuaria del módulo Chi.
—Recibido. Desayuno algo, me cambio y nos ponemos en marcha —contestó Roy desde la cocina.
Una hora después, los cuatro se pusieron en marcha de regreso a la ciudad. Al llegar, Alessio les dejó a la entrada de una de las colinas más altas de la ciudad, en donde se encontraba el santuario.
—Iré a comprar los billetes de avión para nosotros tres e intentaré que sean distintos vuelos, si me lo puedo permitir. Estamos en contacto —les dijo Alessio desde el asiento del conductor de la caravana.
—A ver si podemos salir esta noche para llegar allí mañana por la mañana —apuntó Adel.
Alessio asintió e hizo un gesto afirmativo con el dedo. Después de que la vieja caravana se perdiera por la carretera, Adel, Kazue y Roy se quedaron en tierras del santuario de Shasuika, en donde varios trabajadores y voluntarios estaban preparando los puestos y la iluminación para el festival.
—Me había olvidado de que el festival de verano es mañana —comentó Kazue mientras los tres caminaban entre los trabajadores.
—Si logramos acabar de buena forma lo que tenemos que hacer, el festival tendrá otro significado —dijo Adel.
—Una pena que nos lo perdamos. Ya lo disfrutaremos el año que viene. Y hablando de eso, me tendrás que disculpar frente a Arata y al resto.
—Ya lo sé. No te preocupes por eso, ya se me ocurrirá algo.
Los tres avanzaron por los terrenos del santuario hasta que llegaron al edifico principal, en donde los sacerdotes, las miko y los voluntarios lo estaban preparando todo para el día siguiente.
Al llegar allí, Adel se separó de Roy y de Kazue para ir a hablar con uno de los sacerdotes. Tras un par de minutos, Adel regresó junto a los dos chicos.
—Ese sacerdote ha ido a avisar a Chi.
—Sería mejor si nos dices su nombre auténtico. Al final vamos a meter la pata llamándola «Chi» todo el rato —le dijo Roy.
—Prefiero que os lo diga ella misma. Puede que nunca haya trabajado en ese ambiente, pero quiero que sepa manejarse en ese mundo si algo saliera mal —explicó Adel, reduciendo su tono de voz para evitar escuchas indiscretas.
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Olympus
FantasyEl día en que la última gota de petróleo fue extraída marcó el comienzo de una gran crisis sin precedentes. Ahora, con la última bolsa de gas natural bajo el poder de la corporación Olympus, el mundo tiene que buscar formas de sobrevivir a la escase...