Cap.2, parte d: El veneno del Olimpo

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-Eres muy popular en la corporación, es normal que estemos detrás de ti. Gracias a Delta, ahora sabemos dónde estás.

-Lo que sea. -Omega se volvió hacia Arata, Kazue y el resto, sin dejar libre el látigo de Theta. De su mano izquierda goteaba un poco de veneno por estar sujetando el látigo. -Lo habéis hecho bien. Esa es la actitud que necesitáis para vencer a la corporación Olympus.

-Omega, debajo de aquel árbol... hay un compañero nuestro. -dijo Kazue, aunque pareció que le costó decir esas últimas palabras.

-Está a salvo en la azotea de la escuela. Ahora, que los profesores me escuchen: no permitáis que estos alumnos salgan de esta entrada y tampoco entréis en la escuela. Manteneos detrás de mí.

Los profesores parecieron dudar de las palabras de Omega al principio, pero tras ver la reacción de Kazue, que les dijo con mirada que le hicieran caso, obedecieron las palabras de Omega sin problemas.

-Así que ¿vas a mantener a salvo a esas personas a la vez que peleas conmigo? Supongo que el apodo de paladín te viene bien. -dijo Theta, intentando recuperar el látigo que Omega tenía sujeto.

Omega soltó el látigo cuando notó como Theta tiraba de él. Su mano izquierda estaba empapada con el veneno de Theta, pero por suerte, no parecía afectar al traje de Omega.

-Tu mano... -empezó a decir Arata, pero Omega le cortó en mitad de la frase.

-No importa. Siempre que sus látigos no atraviesen la armadura o la tela que hay debajo, estaré bien. -Omega cerró su puño izquierdo. -Nunca me han interesado esos apodos. Simplemente hago lo que creo que está bien.

-Honorables palabras, Omega. Pero esas acciones te han llevado a ser enemigo de la corporación Olympus. -dijo Theta.

-Como si me importara. Ya sabes que la corporación ha hecho cosas horribles y aún así, parece que nadie más quiera verlo.

-Eso es lo que pasa cuando todo el mundo quiere quitarte lo que es tuyo.

-Se supone que esa bolsa de gas natural tendría que ayudar a todos; en cambio, alguien la está usando para controlar todo el mundo. ¿Dónde está lo bueno en eso? -dijo Kazue, después de escuchar las palabras de Theta.

-No me importa lo que tengas que decir, niña. Estoy segura de que tu padre hará lo que queramos si te ve en peligro.

- ¡Mi padre tiene que discutir todas las decisiones con el resto de los líderes de la FALE! -exclamó Kazue.

Sin decir nada más, Theta lanzó sus dos látigos hacia Omega y hacia los que se encontraban allí. Sin embargo, Omega no se quedó quieto. Levantando su mano derecha y abriéndola completamente, creó una barrera de luz blanca que detuvo los látigos de Theta, los cuales se quedaron como clavados en la superficie de la barrera, creando ondas en los puntos donde habían golpeado.

-Égida. -dijo Omega después de que los látigos de Theta impactasen contra aquella barrera.

-Así que este es le truco que usaste para salvar a aquellos ciudadanos de la bomba que ellos mismos construyeron. -dijo Theta con una sonrisa.

- ¿Bomba? ¿Se refiere a ese caso en el que en un pueblo de Centroeuropa, una bomba exploto sin causar ninguna víctima? -preguntó Arata.

-Eso fue hace dos años. -añadió Kazue.

-Incluso la noticia llegó aquí. Mira hasta dónde llega tu fama. Aunque la verdad, es que sí que hubo una víctima y fue el propio Omega.

Todos los presentes miraron a Omega, como si esperasen una explicación. Pero Omega no dijo nada, sólo permaneció en silencio, manteniendo la barrera y apretando su puño izquierdo.

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