Capitulo 1

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(Basado en el capítulo 1 de Inazuma Eleven)

Los gemelos Evans se encontraban corriendo por las calles para llegar a tiempo a su primer día de clases. El mayor de los gemelos al llegar a la puerta se paró a observar el lugar con una sonrisa enorme, mientras que la menor le pasaba por el lado como si fuese un rayo.

¡Vamos Mark o llegarás tarde! - le gritó la chica de cabello castaño en forma de regaño.

¡Ya voy An! - le respondió a su gemela con el apodo que desde pequeña todo el mundo usaba con ella.

Después de las aburridas clases (las cuales a nadie le importan) los dos se dirigieron a la sede del club de fútbol encontrándose con los miembros sentados sin hacer nada.

¿Pero que hacéis? ¡Juguemos al fútbol! - dijo Mark con una sonrisa observando a sus compañeros que ni le miraron.

No me puedo creer que os unáis al club para andar haciendo el vago. Y no, Kevin no me vengas con si hemos conseguido el campo o no porque vosotros también podríais hacer algo para ayudar. - les dijo Andrea con un tono de voz serio y firme. - si no vais a ayudar o hacer algo es mejor que dejéis el club. Si me disculpáis yo me largo.

La entusiasta del fútbol salió por la puerta dando un portazo tras de si mientras su hermano intentaba hacer algo más para que sus compañeros jugasen al fútbol.

Mientras tanto la muchacha en su camino indignada se topó con su mejor amiga Sílvia Woods.

¿Otra vez ha pasado lo mismo? - le preguntó la manager con una cara molesta mientras se acercaba a la contraria.

Tú que crees...son imposibles. Si mi hermano pregunta estoy en la ribera del río con los niños. Que se venga después de estar con esos idiotas. Chao guapa. - terminó de decir la chica con una sonrisa mientras salía del lugar.

Siguiendo a donde iba la chica de pelo castaño, se encontró con los niños que la esperaban con muchas ansías.

Señorita Andrea ¿podría enseñarnos su supertecnica? - preguntó un niño emocionado, a lo que la chica asintió cogiendo el balón y encaminándose a la zona de tiro.

Lo que la chica no sabía es que cierto chico conocido como el "delantero de fuego" se encontraba observándola en la distancia con curiosidad.

Mientras este la observaba ella simplemente centraba toda su atención en el balón y la portería que tenia frente a ella.

¡Aquí voy pequeños! - dio un grito la chica mientras se preparaba para realizar su técnica. Se elevó por los aires como si de un ángel se tratase y ahí es cuando surgió su técnica que tanto adoraban los niños. ¡TIRO ANGELICAL! - cuando la chica dijo esto el balón tomó potencia y energía viéndose un halo de ángeles con luz blanca propulsando el balón y marcando un gol espectacular.

El chico que se había mantenido observándola ahora se encontraba sorprendido y sonrojado.

¡Wow! Hermanita tu tiro es tan sorprendente. No puedo esperar a tener una técnica propia. - le dijo su hermano que se encontraba llegando al lugar con una sonrisa.

Seguro que en nada lo lograrás. - le sonrió su hermana.

Un tiempo después de la llegada del portero, los niños se pusieron a jugar y tirarle tiros al chico. Por otro lado la chica se encontraba en el banquillo ayudando a una niña a arreglarse sus zapatos mientras esta bebía agua.

¡CUIDADO! - gritó el chico al ver que uno de los disparos de los niños había ido directo hacia unos tipos que caminaban por ahí.

¿Que os creéis que hacéis? - dijo el más alto de los dos mientras observaba a los niños y a portero muy molesto.

Perdón...se nos fue la pelota, ¿nos la puedes devolver? - preguntó el chico sonriendo. En respuesta, lo único que recibió fue un golpe que le hizo sostenerse la tripa con dolor agachándose en el suelo. Los dos tipos sonrieron, el más alto sentándose en el balón, pero no sin antes escupir en este. Esta acción no paso desapercibida ni por el portero, ni por la delantera, ni mucho menos por el chico que ahora caminaba de paso marchándose al haber ya dejado de observar a la chica.

¿Por qué no les enseño como se juega de verdad? - dijo con una sonrisa burlona mientras pegaba una patada al balón. Balón que iba directo a la chica y la niña. La chica instintivamente tapó a la niña con su cuerpo aunque el balonazo nunca llegó. Al abrir sus ojos la chica observó como un chico bastante guapo a sus ojos había devuelto el balón al tipo en toda la cara dejándolo desmayado. El otro quiso enfrentarle pero la mirada penetrante del muchacho hizo que se marchase cargando a su compañero asustado.

Eso ha sido genial, muchas gracias por la ayuda. - le dijo la chica mientras le daba un leve beso en la mejilla como agradecimiento.

El chico no dijo nada, solo se sonrojó levemente para luego volver a seguir su camino, aunque no llegaría muy lejos cuando el portero lo pararía para hacerle una pregunta.

¡Espera! ¿No te gustaría ser parte de mi club de fútbol? se ve que eres genial y nos vendría bien tenerte. - cuando el chico dijo esto, el contrario solo le miró de mala manera ante su pregunta y siguió su camino ignorándolo.

Mark no le presiones tal vez no quiera por algún motivo. - le dijo su gemela mientras miraba al chico irse.

Después de este encuentro los dos gemelos recogieron sus cosas y se fueron para su casa. El muchacho no paraba de hablarle a su gemela de ese chico misterioso que jugaba tan increíble al fútbol.

Al llegar a la casa la chica se dio una ducha y todo transcurrió como un día normal. Ambos se fueron a dormir pensando en su amado futbol.




CONTINUARÁ....

La hermana de Mark EvansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora