La hermana de Mark Evans

Capitulo 44

{Basado en el capítulo 43 de Inazuma Eleven}

Chicos tenemos que conseguir otro cuarderno de nuestro abuelo.- dijo Andrea sonriendo junto a su hermano.

¡Si!- respondieron los demás sonriendo.

No se de que estáis hablando pero me apunto también.- dijo Sue sonriendo.

Pero ahora que lo pienso, ¿que haces tú aquí?- preguntó Sílvia a Sue.

Mmm...¿que más da? An y yo somos como uña y carne, nadie puede separarnos.- dijo Sue sonriendo a Andrea.

No importa que seamos más en el equipo.- dijo Andrea sonriendo.

Se nota que es la co capitana porque siempre tiene razón al igual que su hermano.- dijo Sue orgullosa.

Ufff...- dijo Sílvia mientras suspiraba.

Mientras que todo esto ocurría el Raimon se encontraba camino al lugar donde los gemelos encontrarían el cuaderno de su abuelo.
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En otro lugar ya un poco más conocido para nosotros se encontraba ese misterioso señor y el que parecía ser su trabajador.

Dime Godric, ¿conoces el veneno llamado kodoku?- preguntó el hombre.

Emm...no, me temo que no conozco nada al respecto.- respondió Godric.

Se trata de un veneno que proviene de una antigua leyenda china, para producirlo se introducen unos cuantos insectos venenosos en un jarro y se tapa a continuación. Los insectos luchan entre sí hasta que al final solo queda uno, el más fuerte de todos ellos. El veneno de ese superviviente es el que se emplea para producir el kodoku.- dijo el señor con toda la tranquilidad del mundo.

En otras palabras, se trata de elegir las mejores semillas de entre unas pocas ¿no?- preguntó Godric.

Exacto porque eso es lo que se precisa para conseguir unas nuevas maravillas.- dijo el señor.

Mientras tanto, en otro lugar Dvalin se encontraba arrodillado mientras que una luz le alumbraba para ser visto.

Dvalin impresentable ¿no crees?- dijo un chico misterioso en una luz azul.

Soy consciente de ello.- dijo Dvalin con la mirada en el suelo.

Tengo entendido que empatasteis el partido contra el Raimon.- dijo otro chico igual de misterioso en una luz roja.

No tengo excusa. Para nosotros en la Academia Alius un empate es lo mismo que una derrota.- dijo Dvalin.

¿Te divertiste?- preguntó una cuarta voz ya conocida para nosotros.

¿Eh?- preguntó Dvalin girándose a mirar a esa persona que había dicho eso.

Cuando jugaste con los Evans y los suyos.- siguió diciendo ese chico que ya conocíamos muy bien.

Eh Xen, procura permanecer callado.- dijo de nuevo el chico de la luz roja.

Es cierto, aunque se trate de ti.- dijo el chico de la luz azul.

Perdóname si he puesto el dedo en la llaga.- dijo Xen que ahora se encontraba a la misma altura que los otros dos chicos.

Bien Dvalin, puedes irte, nosotros nos encargamos de lo demás.- dijo el chico de la luz azul.

Quiero señalar que todavía no hemos empleado todo el poder del que disponemos.- dijo Dvalin mirando al suelo.

Ya lo sabemos, descuida, todavía tenéis algún valor para nosotros.- dijo el chico de la luz roja antes de que se apagasen todas las luces dejando pura oscuridad.
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De vuelta con el Raimon estos seguían en su viaje al lugar del cuaderno, y en este camino ahora mismo se encontraban pasando por una ciudad que daba mucha nostalgia, y ninguno de ellos sabía que ahí era donde en verdad estaba instituto que querían visitar hasta que el señor Veteran lo mencionó haciendo que nuestros gemelos favoritos se pusiesen a cien.