Capítulo 1: Llorona

10.1K 783 1K
                                    







Llorona





¿Y si lo intento? Me pregunté a mi misma ya acostada sobre mi cama, lista para dormir. Había pasado casi un mes desde que shiftee por primera vez, y no podía sacarme mi realidad deseada de la cabeza. Seguía con los recuerdos tan vividos a como los tenía cuando volví. Fue realmente difícil adaptarme a mi realidad actual otra vez.

Ya había intentado volver varías veces antes sin éxito alguno. Parecía bloqueada por la desesperación de estar allá otra vez, y decidí darme un tiempo para no extrañarlo tanto; pero esa noche algo me invitó a intentarlo una vez más. Fue como mi subconsciente diciéndome "Ya te calmaste, ya puedes ir" y confié en que lo iba a lograr.

Cerré mis ojos y empecé con el conteo. Traté de enfocar mis pensamientos en algo que me sirviera de impulso para ir, ¿Y que mejor que pensar en cierto pelinegro de ojos azules que no salía de mi cabeza?

Traté de concentrarme lo más posible en Tom. En recuerdos, momentos, besos, risas, historias.

Sexo duro contra el muro y lento contra el pavimento

Pensé en lo mucho que lo extrañaba. A él, a Gellert y a mi vida allá. Pero en especial a él.

Sentí algo sacudirse debajo de mi y me asusté. Casi rompí mi concentración por eso, pero me aferré más a esa sensación. A ese vacío en el que sentía que flotaba. En como poco a poco mis sentidos se adaptaban a otro lugar completamente ajeno a este. Mi corazón latía tan fuerte que podía escucharlo martillar en mis oídos. Ya estoy en mi realidad deseada, ya estoy en mi realidad deseada.

Sentí un cosquilleo en mi cuello y me dieron ganas de rascarme, pero no lo hice. Permanecí quieta, concentrándome en las sensaciones. Yo puedo, por favor.

Sentí un aroma que hizo que mis hormonas se alborotaran por completo. Yo reconozco ese olor. Todo a mi alrededor cambió, y podía sentir que ya estaba donde quería, pero tenía miedo de que todo desapareciera si abría los ojos. Podía sentir un peso sobre mis piernas y algo picoso sobre mi piel que me molestaba de cierta forma, pero seguía sin querer ver mi alrededor.

— Abre los ojos — escuché la voz de alguien susurrarme al oído, y de forma inconsciente lo hice.

Lo primero que vi fue a Gellert al frente de mi.

Sentí mis parpados arder. Una emoción indescriptible me llenó en ese momento, como si estuviera shifteando por primera vez. Nunca iba a poder acostumbrarme a esa situación.

Giré mi cabeza un poco a la izquierda para saber que era lo que picaba en mi cuello, y me cubrí la boca con una mano para no hacer ningún sonido que pudiera despertarlo. La cabellera negra de Tom apareció ante mis ojos y su olor me hizo querer llorar. Estaba dormido sobre mi hombro, y de solo imaginarme que en poco tiempo iba a abrir sus hermosos ojos y ver los míos me hizo querer gritar.

Alcé mi vista al frente, encontrándome con Gellert, el cual sostenía un periódico entre sus manos mientras sus pupilas se movían ágilmente entre las palabras impresas con tinta. Estábamos en un carruaje, y estaba bastante oscuro, aunque podía ver gracias a la tenue luz que venía de afuera. ¿A dónde vamos?

— ¿Addy? — la voz de Grindelwald me hizo salir de mi pequeño trance, y lo miré con atención. Tenía una ligera sonrisa en sus labios, y yo le sonreí plenamente sin poder evitarlo.

Stupid Girl #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora