Stupid Girl #2

Capítulo 2: Sirius Black

Sirius Black

Tom y yo nos pusimos al lado de Gellert, el cual ya había empezado a revelar la entrada de la guarida de la orden. Entrelacé mis dedos con los del pelinegro a mi lado, y noté como se quedó viendo nuestras manos unidas por un rato, hasta que finalmente meneó la cabeza, resopló y dirigió su vista al frente, con miles de cosas pasando a través de sus ojos. Casi podía sentir sus pensamientos.

Miré a Gellert, asustada, y él solo rió al ver mi cara. Tenía miedo de solo pensar que estaba sospechando ¿Tan mala disimulando soy?

Vayan preparando algo de lo que colgarme xfa

— Tom no quiso cerca tu... otra tu cuando te fuiste — murmuró por lo bajo para que solo yo lo escuchara —. No sabía que no eras tu, pero de todas maneras no te quiso cerca. Hablé con él respecto a eso, y solo me dijo que sentía que no eras tú y que hasta que no volvieras a la normalidad no iba a hablarte — me sonrió ligeramente —. Se dió cuenta de que algo andaba mal y rechazó todo tipo de contacto con tu clon.

Me relamí los labios, entre asustada, sorprendida y con una repentina satisfacción.

Tom sabe cosas wey

— Prefiero el término Doblegänger — le dije en voz baja —. Es que Clon me parece muy vulgar. No sé. Me da lástima — menee la cabeza sonriendo un poco, pero mi sonrisa se borró cuando caí en cuenta de algo — ¿O sea que no cogió con mi clon? — susurré, sonando demasiado emocionada por esa idea. Carraspee para que no fuera tan obvio mientras Gellert reía ante lo obvia que fui.

— No, no lo hizo.

Sonreí en grande.

Nadie:

Absolutamente nadie:

Yo sintiendo celos de mi clon:

Me volteé hacia Tom, el cual estaba mirando impaciente la entrada. Lo tomé del rostro y lo hice voltear a verme para besarlo otra vez. Nunca me cansaría de eso.

— Buen chico — murmuré por lo bajo con una sonrisa cuando nos separamos. Frunció el ceño ante mi repentino comentario, y abrió la boca para hablar, más Gellert se robó mi atención cuando empezó a caminar hacia el refugio y yo jalé la mano de Tom, adentrándonos a ambos a la fortaleza.

Caminamos hacia dónde se escuchaban voces riendo y hablando entre si. Cuando pasamos por al lado de un espejo, me quedé quieta, mirándome. Otra vez tenía mis ojos diferente color, y eso me hizo sonreír. Me sentía como yo misma otra vez solo con ver mis ojos. Una lástima que no puedo verme así para siempre.

Las voces se hacían cada vez más claras y nítidas, provocandome una mezcla de nervios y emoción. Oficialmente, volví a casa, pensé al ver como Gellert abría la puerta con cuidado. Sonreí en grande al verlos a todos ahí, y apenas mis amigos me vieron, saltaron a mi.

— ¿Adele? — habló Hermione levantándose de su lugar con la emoción danzando en sus ojos marrones, le sonreí abriéndole mis brazos con emoción

— Hola Her — la saludé. Ella corrió a mis brazos y la abracé fuertemente. No pude evitarlo. La había extrañado tanto. Enterré mi rostro en su cuello, aspirando su aroma, y por alguna extraña razón me dieron ganas de besarla de la emoción.

A mi me gusta todo el mundo, que pedo

Sentí como la separaban de mi y como otros dos pares de brazo me abrazaba  con tanta fuerza que me separaron del piso y me sacaron todo el aire. Los gemelos. Reí al principio, hasta que realmente se me hizo difícil llevar aire a mis pulmones.