Capítulo 17: Lucha de intelectos

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Lucha de intelectos





Caminé hasta la habitación de Tom sin molestarme en que me vieran, ya que todos estaban durmiendo a esa hora y sabía que él estaba en la biblioteca (ya que lo seguí), entonces podía aprovechar el momento.

Tomé la llave de su cuarto y la puse en la cerradura de la puerta la cual abrí rápidamente, pero no entré al momento; me quedé un momento pensando en si habría algún hechizo para negar mi presencia en algún lugar, y suspiré resignada al no recordar nada, entonces finalmente decidí entrar con el favor de Dios y la virgen. Amén.

Cerré la puerta a mis espaldas, colocando el seguro y conjuré un Lumos para que no se viera desde afuera el brillo de las luces de su habitación. Suspiré, guardando nuevamente la llave en mi sostén antes de empezar a registrar mi alrededor.

El cuarto de Tom era bastante ordenado. Dormía solo, aunque no tenía muy claro el por qué. Cuestiones de poder, supongo. Rebusqué por las orillas de su cama, su estante de libros, su mesita de noche hasta que llegué a su closet. Alcé una ceja al notar una caja negra de madera lisa puesta en un rincón en el suelo. Me agaché dejando mi varita a un lado en lo que la tomaba y la destapaba sin esperarme en absoluto lo que iba a encontrar ahí dentro.

Abrí la boca de la impresión.

Mis bragas.

Si no tuviera la mandíbula pegada al cráneo, seguramente hubiera salido volando por ahí, porque esperaba encontrarme muchas cosas, menos eso.

Cerré la caja de golpe sintiendo mi rostro arder, recordando vagamente como antes de devolverme por primera vez, habíamos estado jugando con secretos y ajedrez.

"Me masturbo con tus bragas"

Mordí mi labio inferior, sintiendo el ardor de mi rostro acentuarse. Había olvidado por completo que podía encontrarme cosas como esas en su cuarto.

Y lo peor es que estaban limpias alv.

Iba a dejar la caja de regreso a dónde la había encontrado, pero dentro escuché el ligero ruido de cristal chocando entre si. Suspiré decidiendo abrirla nuevamente al darme cuenta de que estaba demasiado pesada para solo tener eso. Empecé a registrar un poco, notando como a un costado había una bolsa negra con unos frascos dentro. Lo saqué y lo abrí, chismeando en su interior, encontrándome con 3 pociones diferentes, sin etiquetas que las identificara.

Tomé uno y lo olfatee, con cuidado de que no fuera nada peligroso. No olía a nada, entonces asumí que era Veritaserum. Tomé el segundo y repetí el mismo proceso. Olía raro, y a rancio, entonces me limité a dejarlo a un lado e ir por el tercero, llevándolo a mis fosas nasales e inhalando profundamente.

Cigarro, Whisky, libros viejos y perfume caro.

Olía a Tom.

Solo con eso supe que era Amortentia. Fruncí un poco mi ceño haciendo una mueca con mis labios.

¿Por qué tenía Amortentia?

Coloqué el frasco en contra luz para ver cuanto contenido le quedaba. Una punzada de desconfianza me atravesó al notar que quedaba menos de la mitad, y repetí el proceso con otras dos pociones.

Menee la cabeza y tomé mi varita nuevamente, deshaciendo el Lumos para hacer otro hechizo.

Bauleo — murmuré, y todo quedó en la caja exactamente como estaba antes de que lo desordenara. Tom era detallista, y no podía arriesgarme a que tuviera la más mínima sospecha en que había estado ahí sin que él lo supiera.

Stupid Girl #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora