Stupid Girl #2

Capítulo 42: ¿Podemos?

¿Podemos?

— Te ayudaré, descuida — insistió Hermione al ver mi cara de preocupación a través del espejo. Yo estaba pensando en las mil doscientas cosas que podrían salir mal esa noche, y ella trataba de convencerme de que todo iba a salir perfecto y que no había nada que temer, pero estaba sintiendo todo lo contrario en ese momento.

— Tampoco tienes opción, tú también aceptaste — le hice saber, concentrada en mis pestañas. Rodó los ojos.

— ¿A dónde los llevaríamos? — quiso saber, sentada sobre el colchón que se supone era mi cama. Suspiré, terminando de aplicarme rímel en lo que suspiraba y meneaba la cabeza, sin tener la mínima idea yo tampoco de a dónde ir.

— Tú dime; Eres la que mejor conoce Londres. Yo solo sé de la cota y Los Valles Del Tuy.

— Mmmm — murmuró, pensativa —. No lo sé, ¿A un bar?

— Mucho borracho. Se puede formar una pelea — negué.

— ¿A la feria?

— Mucha gente, alguien se puede perder.

— ¿A una discoteca?

— ¿Drogas y alcohol? Dije que iba a ser alguien responsable y eso no suena muy responsable que digamos — ironicé, viéndola con una ceja alzada.

Hermione suspiró. Se quedó un rato mirando a la nada.

— ¿Qué tal... A una fiesta al aire libre?

— Mucha gen...

— No se van a agobiar — me aseguró —. Normalmente estas fiestas las hacen en campos o espacios abiertos para que vaya mucha gente y nadie se pierda. Cada quién tiene que llevar sus bebidas, vasos y lo que sea que vayan a comprar y así no corren el riesgo de que le echen algo raro a la bebida. Sé de muchos sitios en dónde hacen ese tipo de fiestas e imagino que estará más lleno ahora que estamos de vacaciones.

Me lo pensé. En fiestas al aire libre podía mantenerlos concentrados en un grupo pequeño y contaban con la libertad de moverse lo suficiente como para no sentirse asfixiados.

Esa parecía nuestra mejor y menos peligrosa opción, entonces asentí con la cabeza.

— Bien, nos dividiremos. Dijiste que cada quién llevaba su bebida y vaso, ¿No? — ella asintió —. Pues haremos dos grupos; unos van a comprar el alcohol y los otros van a comprar los vasos y comida para pasar el rato. Los vasos tienen que estar completamente sellados. Como unos Contigo.

— ¿Qué es un Contiguo?

— Es una marca de vaso muy famosa de dónde yo vengo — le resté importancia —. Solo hay que asegurarse de que sean de acero inoxidable y estén bien sellados. Eso es todo.

— Okey — Hermione asintió y lanzó un suspiro —. Harry, Ron y yo iremos a comprar los vasos. Tu ve con los gemelos y Ginny por el alcohol.

— Epa, ya va — le puse una mano al frente —. No. ¿Por qué yo me tengo que ir con los dos desastrosos y la curiosa y tú con los dos más pendejos?

— Porque tienes carácter. Yo con Ron y Harry no lo necesito — se encogió de hombros —. Puedes con ellos, yo sé que si. Tranquila.

Resoplé. Ya había empezado a estresarme.

— Bien — gruñí.

— ¿Tienes dinero?

— ¿Muggle? Si, creo que en bolsillo izquierdo de mi maleta hay — le indiqué. Ella caminó hacia mi bolso y se puso a registrar hasta que encontró el dinero. Se volteó hacia mi con la boca entre abierta.